Prensa OVV Lara

El periódico “La Prensa de Lara” reseñó que, en la entidad, en los últimos tres años, fueron detenidos cerca de 50 agentes que pertenecían a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Policía de Lara, Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y Guardia Nacional Boliviana (GNB), por haber cometido delitos de extorsión, robo, complicidad en la fuga de reclusos, distribución de drogas y tratos crueles.

En los casos de extorsión y corrupción reportados en el estado Lara, la mayoría se relaciona con acciones de funcionarios destacados en alcabalas, según las reseñas de los periódicos regionales. Los delitos más frecuentes relatados por las víctimas son la exigencia de dinero en bolívares y divisas, retención de documentos de identidad y maltrato verbal.

Para la organización no gubernamental Transparencia Venezuela, esta práctica se viene desarrollando desde hace varios años en el país; algunos la justifican por las pésimas condiciones socioeconómicas en las que se encuentran los funcionarios. No obstante, existe un manual para denunciar actos de corrupción.

Entre los casos de corrupción en los últimos meses en la entidad, está el reseñado en el periódico “La Prensa”, en que un chofer de autobús de la ruta Maracaibo-Barquisimeto denunció que los transportistas son extorsionados durante el trayecto de una ciudad a otra.

En los 173 kilómetros de autopista Lara-Zulia, según el denunciante, hay aproximadamente 20 alcabalas en las que los funcionarios de la GNB y la PNB solicitan documentos que no corresponden con sus competencias. Además, requisan el vehículo de forma arbitraria y grosera. En algunos casos, asegura, les exigen pagos en dólares para dejarlos ir o no retenerles la unidad.

La corrupción nos hace víctimas

“Estamos frente a un sistema corrupto que ha sido intencionalmente buscado, armado y fortalecido por quienes ejercen el poder para continuar con la dominación. En el Índice de Percepción de Corrupción que elaboró Transparencia Internacional, Venezuela se ubicó entre los cinco países más corruptos de América Latina”, afirmó Yonaide Sánchez, coordinadora regional de Transparencia Venezuela.

Para la socióloga Sánchez, quien también es la coordinadora de Transparencia Venezuela, capítulo Lara, hay opacidad en el manejo de los recursos públicos, la corrupción no tiene precedentes y alcanza una magnitud planetaria. “En 2020, Venezuela quedó en el último lugar, de 15 países de América Latina, con menos capacidad institucional para descubrir, castigar y detener la corrupción, esto porque la élite dominante promueve el delito”, dijo.

La corrupción está vinculada a la ausencia de transparencia en los procedimientos administrativos por parte de funcionarios públicos en el país. “El tema de las extorsiones, el robo y la corrupción va más allá de los casos que son reseñados en los medios de comunicación. Las malas prácticas de los funcionarios de seguridad, como policías o guardias nacionales, son parte del reflejo de una descomposición social. Todos somos víctimas de la gran corrupción”, aseveró Sánchez.

A su entender, los ciudadanos no confían en los entes de seguridad porque los consideran responsables de la corrupción a la que se enfrentan diariamente. Hay denuncias sobre casos de extorsión, delito utilizado por los agentes de seguridad para apropiarse de manera ilícita de beneficios de personas vulnerables a través de la coerción e intimidación.

La coordinadora regional de Transparencia Venezuela considera que, en el país, se viene aplicando un uso político de la corrupción, el cual es manejado para arremeter contra el enemigo. “Esto ocurre desde hace varios años. No es sorpresa”. Recuperar la institucionalidad y la transparencia no será una tarea fácil. Para ello, invitó a que cada uno de los ciudadanos sea defensor de la transparencia, la equidad y la honestidad.