Prensa OVV Lara

“El sistema de justicia es ineficaz porque contribuye a la impunidad, al no sancionar a los agresores. No hay programas o planes de prevención de violencia de género: 17 feminicidios han ocurrido en el país en los primeros 21 días del mes de enero, eso corrobora el panorama desalentador para este 2020”, aseguró Carlos Meléndez, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Lara (OVV Lara).

La omisión del Estado venezolano en el cumplimiento de sus obligaciones de garantizar medidas de protección de los derechos a la integridad y la vida de las mujeres, se ve reflejado en la cifra de feminicidios acontecidos en lo que va de 2020, explicó el sociólogo Meléndez, quien destacó que las cifras presentadas forman parte del trabajo que desarrolla el OVV Lara.

Uno de los casos de feminicidio ocurrió en el estado Lara. El caso de Brenda Carolina López Franco, de 40 años de edad, quien falleció el pasado 4 de enero luego de haber recibido una golpiza el 24 de diciembre en su lugar de residencia. López Franco, en el noveno mes de embarazo, fue brutalmente atacada, aun así, el bebé sobrevivió y está bajo observación médica.

El coordinador del OVV Lara recordó que el derecho a la vida es inviolable y está garantizado en la Constitución y en el caso del feminicidio está claramente establecido como un delito en la Ley Orgánica por el Derecho a la Mujer a una Vida Libre de Violencia. Es un tema complejo que requiere ser abordado desde diversas perspectivas. “Son imprescindibles análisis desde el desarrollo social, la cultura, la educación, los valores y otras dimensiones”, dijo Meléndez.

El sociólogo y también profesor de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) también dio algunas explicaciones al aumento de los casos de feminicidios. “La violencia contra la mujer es una realidad en el mundo. Las macro causas que dan origen a este tipo de violencia se encuentran instaladas en muchas sociedades. Sin embargo, sus expresiones tienen un carácter particular que debe ser atendido con algunas especificidades. La cultura patriarcal, los sistemas de valores que favorecen el machismo dan origen a graves delitos como el feminicidio. Sin embargo, el éxito mostrado en algunas experiencias ha estado en la atención focalizada en la atención de este delito”.

En la misma explicación Meléndez añadió que “la inversión en estrategias educativas transversales sobre la problemática de género, el fortalecimiento de instituciones que atiendan este tipo de denuncias, los sistemas de atención integral a las víctimas, son parte de las soluciones de política pública brindadas por gobiernos que han tenido la voluntad política de disminuir esta realidad. De igual manera, existen otras estrategias como el apoyo a organizaciones de la sociedad civil especializadas en el tema, para que cogestione programas de atención a las mujeres víctimas”.

En Venezuela, la política contra la violencia ha estado restringida, los últimos cinco años, en el aumento de la mano dura contra presuntos delincuentes. Mientras esa estrategia aumenta la atención a la familia, la impunidad y el resquebrajamiento del sistema de atención inmediata a las mujeres se destruye. “Las secuelas de la emergencia impacta en mayor medida a las mujeres, la conflictividad intrafamiliar recae en ellas, al igual que el embarazo adolescente y el deterioro alimenticio de los hijos. Todo esto acelera los factores de riesgo locales que existen y favorecen a este hecho social”.

Una muestra de estas formas de vulnerabilidad se visibiliza en otras fronteras donde se incorpora las otras formas de vulnerabilidad que adquieren las mujeres migrantes en sociedades del mundo que también padecen la violencia de género. Por ello lo ocurrido con las mujeres asesinadas de forma violenta en República Dominicana, Estados Unidos, Ecuador y Colombia. En los cuatro casos, se trataba de mujeres que huyeron de Venezuela en tiempo reciente, según el reporte de la prensa de esos países.