El estado Monagas, no solo posee riqueza petrolera que proviene del subsuelo, es una región con amplio territorio apto para a las actividades agrícolas y pecuarias. Extensas sabanas pertenecientes a los llanos orientales, fueron, en las dos últimas décadas del siglo pasado, tierras de cultivos de sorgo y maíz. Adicionalmente, esta localidad se ubicó entre los primeros estados productores de carne y leche del país. Así mismo, hacia las zonas de montañas, en los municipios de Acosta y Caripe se desarrolló la siembra de vegetales y café, incluso aplicando la hidroponía como tecnología pionera para cultivos de extensión.
Lamentablemente, desde hace más de dos décadas, las actividades productivas del sector primario de la economía, se han visto seriamente afectadas por desacertadas políticas públicas en esta materia. Aunque en los últimos años el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras no ha publicado las cifras exactas por hectáreas cultivadas, José Zerpa, dirigente de la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (FEDECÁMARAS) en Monagas, afirmó para “Crónica Uno” que, “el estado acumula un retroceso de 20 años en materia de producción agrícola”.
A esta situación, se les suma la inseguridad del campo por las acciones de bandas delictivas que se dedican al secuestro, asesinato, extorsión (cobro de vacunas), robos, hurtos y asaltos; afectando a los productores del campo. Esto ha generado el abandono de importantes unidades de producción de la región o la venta de extensas zonas tradicionalmente productivas, a terceros. Como correlato, el impacto en los niveles de productividad del sector agropecuario ha sido considerable, afectando la oferta y los precios de los distintos rubros.
Para poner un ejemplo, una cabeza de ganado bovino en pie, destinado para el engorde, se estima en 400 dólares y, si éste está destinado para la producción de leche, aumenta su valor. Es por ello que, en el campo monaguense, son frecuentes los robos y hurtos de este tipo de animales. Según el presidente de la Asociación de Productores Integrales del Estado Monagas (ASOPRIMO), José Antonio Adrián, “uno de los principales problemas delictivos que les afecta es el robo de ganado y maquinaria agrícola que tienen un alto valor en el mercado, así como la extorsión”.
Los robos de maquinarias dentro de las fincas (unidades de producción), en distintos municipios del estado, han generado importantes pérdidas a los productores agrícolas. El valor de estos bienes es incalculable, especialmente en una economía dolarizada. “Realmente las cifras de estos hechos de robos y hurtos deberían darla los organismos de seguridad del estado, pero tienen tiempo que no las dan, nosotros solo manejamos cifras de los asociados y nos mantenemos al pie del cañón”, señaló Adrián. De igual forma, recalcó que “aún y cuando los organismos de seguridad del estado tratan de hacer su trabajo para resguardar a este sector, no cuentan con unidades de transporte (patrullas) que les permitan hacer los recorridos correspondientes en las unidades de producción”. Esta situación se complica por el mal estado de las vías para poder llegar a las zonas agropecuarias, obstaculizando de esta manera el paso de las patrullas.
Los asaltos, son otras de las modalidades de violencia que se generan en Monagas. En junio del presente año, unos individuos obstaculizaron el paso de un productor de Morón y lo obligaron hacer entrega del caballo en el que circulaba por el lugar. El hombre de 44 años no tuvo otra opción que obedecer la orden de los delincuentes. Es de mencionar que el hecho ocurrió en la Avenida principal del municipio Santa Barbara, según la publicación del periodista Javier Mayorca. Destacando que, previo a este evento, habitantes de este municipio denunciaron la ola de robos que están viviendo. Piden a las autoridades en materia de seguridad tomar cartas en el asunto antes de que ocurra una tragedia en el pueblo, en el cual se caracteriza por sus actividades agrícolas y pecuarias.
Recientemente, en el mes de julio de 2022, se conoció de manera extraoficial que los integrantes de la mega banda “Los ángeles negros” serían los responsables de las agresiones físicas, rapto y asesinato de un productor y trabajador del campo, hecho ocurrido en Caicara de Maturín, municipio Cedeño. La fuente reveló que, meses atrás la víctima recibió amenazas por elementos de este grupo irregular, promesa que cumplieron el 8, cuando lo sacaron de su finca “El Amparo” y lo llevaron hasta el sector Chacaracual de San Félix de Cantalicio y le efectuaron heridas con armas de fuego. La noticia del rapto y asesinato del productor, puso en alerta a los finqueros de la zona oeste del estado Monagas, así como a los organismos de seguridad. Agregó la fuente que los miembros del grupo delictivo “Los ángeles negros”, presuntamente, se dedican a extorsionar a los productores de la zona y tienen como base de operación: Caicara y Areo, (Cedeño), Jusepín, (Maturín) y Aragua de Maturín (Piar).
Por otra parte, es lamentable que quienes tienen que garantizar la seguridad de los productores pecuarios, se convierten en un obstáculo para éstos. Así lo denunció Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (FEDENAGA), quien rechazó que tengan que dejar hasta la mitad de la producción en las alcabalas del país. Lamentó que, en lugar de ser un dispositivo de seguridad, estos puntos de control policiales se han convertido en un grave problema para el gremio. “Buscamos que el productor agropecuario que lleve su guía, que vaya legal, que no tenga ningún problema, no sufra extorsión en esos dispositivos de seguridad”, dijo.
A propósito de los expresado por el presidente de FEDENAGA, en el mes de julio, el Ministerio Público (MP) en Maturín, condenó a 18 años y 6 meses de prisión, a 2 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), por su presunta responsabilidad en el robo de ganado y corrupción, hecho ocurrido 6 de mayo de 2021, en el interior de una finca ubicada en el sector El Lechón, del municipio Maturín, informó este 26 el MP. Los hombres vistiendo su indumentaria castrense, junto a otra persona, llegaron al lugar y, bajo amenazas con armas de fuego, encerraron a las víctimas en un cuarto y los dejaron amordazados durante varias horas. Al poder soltarse de las ataduras, los trabajadores notaron que 4 toros y 3 búfalas habían sido descuartizados y extraídos del lugar.
Ante este escenario de inseguridad, los hombres y mujeres del campo en Monagas, ponen en riesgo sus vidas y sus bienes. Estos productores deben lidiar con los elevados costos de producción y con las pérdidas materiales que causan los robos y hurtos. A pesar de ello, quienes aún apuestan por el trabajo agrícola y pecuario en la región, siguen esperando tener acertadas respuestas a sus demandas de seguridad y protección. De lo contrario será inviable la recuperación del sector primario de la economía regional.
Es fundamental abordar concertadamente, entre las autoridades competentes y los productores del campo, las acciones de amparo de la vida y los bienes dentro de las unidades de producción del estado. Las políticas de seguridad deben responder a las particularidades de los contextos rurales, dotando con equipos y recursos adecuados a los organismos para que puedan realizar efectivamente sus funciones. Finalmente, es preciso la coordinación de operaciones de profilaxis y de respuesta rápida para enfrentar el abigeato, secuestro y extorsión por parte de estas bandas organizadas que operan en la entidad.
Equipo del OVV Monagas