Prensa OVV Monagas

El Observatorio Venezolano de Violencia en Monagas (OVV Monagas) ha venido realizando un seguimiento sobre el comportamiento de la delincuencia que se genera en tres de los principales municipios del territorio monaguense. Este patrón parece responder a las cercanías que tienen estos municipios con Maturín, como capital del estado. La ciudad actúa como centro de la acción delictiva por su amplitud territorial, la densidad poblacional y las actividades comerciales atractivas para la delincuencia.

Esta situación fue reflejada en los datos levantados entre enero y noviembre de 2021, por el OVV Monagas. En total, ocurrieron 361 delitos en el estado, de los cuales Maturín concentra 73,41%; seguido de Ezequiel Zamora, con 6,65%; y Piar, con 4,99%. El resto de los porcentajes quedan distribuidos en los otros diez municipios. La naturaleza de los delitos va desde homicidios intencionales y tentativa de homicidios, hasta robos, amenazas de muertes y agresiones graves o leves.

Según el equipo del OVV Monagas, estas acciones hacen presumir que los delitos son cometidos por pandillas y bandas delictivas que operan intermunicipalmente, replegándose como vía de escape, luego de cometer las acciones, en Maturín. Mientras tanto, es posible que dentro de los municipios Piar y Ezequiel Zamora se ejecuten operaciones delictivas internas, incrementando de esta forma la violencia en el eje de la capital del estado.

Maturín: foco de violencia

El municipio Maturín concentra el mayor porcentaje de violencia con base a la cantidad de delitos que se producen dentro de sus límites. En este sentido, el robo representa el 29,43%, el homicidio intencional el 26,79% y la tentativa de homicidios intencional el 23,02%. Es importante destacar que Maturín concentra el 60% de la población del estado y posee un importante número de bandas y pandillas dedicadas a todo tipo de delitos. No obstante, se presume que algunos de estos grupos pueden proceder de los municipios periféricos.

En el caso de Ezequiel Zamora, municipio ubicado al este de Maturín, los delitos estuvieron discriminados de la siguiente manera: homicidios intencionales 33,33%, robos 25% y las agresiones -que incluyen lesiones leves- 20,83%. Este municipio se destaca por el movimiento comercial y empresarial que deriva de la presencia de la industria petrolera, el cual, aunque disminuido, representa el caldo de cultivo de la violencia instalada. Se agrega que coexisten bandas conformadas de vieja data, que siguen procurando el provecho ilícito con pandillas más recientes. En ocasiones se producen enfrentamientos y ajustes de cuentas entre éstas; igualmente los delitos se asemejan a los actos violentos presentados en el municipio Maturín. Adicionalmente, muchos de los delitos de hurtos y robos de material estratégico -hierro y tuberías- han sido detectados en esta zona.

En Piar, ubicado al sur del municipio Maturín, el patrón de ruralización de la violencia sigue vigente. Allí se observaron delitos como homicidios intencionales 33,33%, intentos de homicidios intencionales 22,22% y robo 27,78%, con algunos casos de agresiones graves o leves 5,56%.

Factores de la violencia en la periferia de la ciudad

El equipo del OVV Monagas, coincide con los datos aportados por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2021, que afirman que la pobreza, la marginación, bajos niveles de calidad de vida y pocas expectativas acerca de su futuro por parte de la población, convergen como factores estructurales de la violencia instalada en los tres municipios. “Adicionalmente, la falta de una política pública de infraestructura policial regional y municipal incide negativamente en minimizar la actuación de los grupos de delincuencia organizada. Esto, incluso, influye en la percepción de la población respecto a la actuación rápida y sistemática de los cuerpos policiales”. Explicaron los miembros del equipo.

Añadió el OVV que la falta de articulación con las autoridades nacionales y regionales, así como la ausencia de transporte o combustible para efectuar recorridos y patrullajes, acompañado por la detención a tiempo de los delincuentes, ha traído como consecuencia un mayor número de delitos, dando origen a un nuevo fenómeno: los linchamientos.

Ante esta situación, considera el equipo que es pertinente articular los trabajos de los cuerpos de seguridad ciudadana, tanto de policías municipales, estatales como nacionales. “Así mismo, desarrollar políticas de seguridad sistemáticas, estructuradas de la mano de la participación de los habitantes de las poblaciones afectadas y de las parroquias del municipio Maturín, de tal forma que incida positivamente en la disminución progresiva de la violencia en el eje que conforman estos tres municipios”. Culminó diciendo el OVV Monagas.