Prensa OVV Zulia
De acuerdo a los datos recogidos por el OVV Zulia, durante el segundo mes de 2024, se registraron seis casos de delitos sexuales, cuyas víctimas tienen edades entre 6 y 21 años. El problema no es reciente, pues en 2023 hubo en la región alrededor de 1.209 víctimas de delitos, de las cuales 16,3 % fueron violentadas sexualmente
Los delitos contra niñas y adolescentes no merman en el Zulia. Los datos que se generan en la región, a través del Observatorio Venezolano de Violencia en el Zulia (OVV Zulia), dan cuenta de la gravedad de la situación. Durante 2023 hubo en el estado alrededor de 1.209 víctimas de delitos. La agresión encabezó la lista con 44,7%, seguida de la violación sexual con 16,3% y la amenaza de muerte o de agresión con 10,3%. La mujer se convirtió en una de las principales víctimas de ese año con 64,9%, según el Informe Anual Regional de Violencia 2023.
La coordinadora del OVV Zulia, Ana María Castellano puntualizó que durante 2023, 15,7% de los delitos fueron cometidos por la delincuencia común, mientras que 40,8% ocurrieron dentro del hogar de la víctima/victimario, siendo los principales victimarios los familiares o conocidos. Agregó, que en enero de este año se presentaron siete casos de violencia sexual, de las cuales 75% fueron mujeres.
En lo que concierne al mes de febrero -explicó la coordinadora del OVV Zulia- ocurrieron seis casos de violencia sexual y siete víctimas. Destacó que el 100% de los casos correspondió al sexo femenino, en tanto que las víctimas tenían entre 6 y 21 años de edad. En relación al arma utilizada por los agresores, todos del sexo masculino, en el 100% se usó la fuerza física. Con respecto al lugar donde ocurrió el delito, 66,7% correspondió a la categoría “no informo”, y 33.3% sucedieron en el hogar de la víctima/victimario. La situación se repitió en cuanto al autor del delito, donde se determinó que 33.3% se concentró en “familiar/conocido”, y en el resto de los casos no se informó.
“Hemos visto con preocupación cómo las niñas y las adolescentes, víctimas de agresión sexual, guardan silencio, a pesar de lo doloroso que resulta este hecho. Ese mutismo obedece al temor que experimentan las víctimas frente a sus agresores, que en la mayoría de los casos, son familiares, conocidos, y en el peor de ellos, es el progenitor”, señaló Castellano.
Acotó que las amenazas por parte de los victimarios limitan la capacidad de acción de las niñas o adolescentes que atraviesan esta situación. Sin embargo -señaló- que gracias a la acuciosa revisión que realiza el Observatorio de Prensa (OP) cada mes, se pudo determinar que en febrero de este año, se reportaron seis casos de violencia sexual.
Dentro de esos casos, destaca el de una joven, que vive en la parroquia Idelfonso Vásquez, del municipio Maracaibo, quien desde los catorce años presuntamente era abusaba sexualmente por su padre. Esta situación se mantuvo en secreto por más de siete años consecutivos. Incluso refieren las noticias, que ella quedó embarazada de su progenitor en dos oportunidades y este la obligó a abortar.
Para la profesora Castellano, la violencia sexual contra niñas y adolescentes es un problema que exige una respuesta contundente, pero hasta el momento esto no ha sido posible. “Esto se debe a que la solución no es sencilla, pues la violencia de género contra las mujeres en Venezuela, es de orden estructural y no coyuntural, por lo tanto, debe haber una acción decidida por parte de los organismos de poder en nuestro país”.
Los expertos en el tema siempre han recordado que los cuidadores primarios de niñas y adolescentes (NA) están obligados a tomar medidas para prevenir este tipo de violencia en los hogares, igualmente se hace necesario estar atentos a los cambios de comportamiento que suelen acompañar a las víctimas. “En la mayoría de los casos se presentan algunos signos de alarma que deben ser atendidos de inmediato. En primer lugar, se debe estar vigilante frente al rechazo, muchas veces expresado en llanto o alejamiento, por parte de la víctima, ante la cercanía de la persona agresora. Incluso se debe estar atento a la manifestación de dolores físicos y modificaciones de comportamientos repentinos, sin causas aparentes. No se puede estar indiferente ante los cambios que experimenten las NA que están bajo nuestra protección y cuidado”, explicó Ana María Castellano.
Los datos del mes de febrero, igualmente arrojaron información sobre los municipios zulianos donde ocurrieron los delitos sexuales. Lagunillas obtuvo el mayor porcentaje con 3 casos, seguidos Mara, Maracaibo, San Francisco y Sucre con un caso respectivamente.
Posibles causas de la violencia sexual
Para la docente universitaria, el delito sexual contra niñas y adolescentes zulianas tiene algunas explicaciones. Tiene que ver -según su percepción- con el quebranto de los valores, la minimización de la mujer a objeto-sexual, que puede ser poseído por el hombre, basado en relaciones de poder desequilibradas e impuestas. “El amor parental no se presenta como un muro de contención, capaz de evitar la violencia en la familia en sus diferentes manifestaciones. Sumado a esto se encuentra la profunda crisis humanitaria compleja que atraviesa nuestro país, y el Zulia. Esto pone de manifiesto la emergencia, que este estado está experimentando en cuanto a este delito”, señaló la coordinadora del OVV Zulia.
Para la profesora Castellano urge concentrar esfuerzos y voluntades para promover la defensa de la mujer; así como para contribuir a la modificación de las estructuras que ponen al hombre en una posición dominante y a la mujer en una categoría de dominada. “Se trata de impulsar la igualdad y el respeto hacia la mujer”.
Finalmente, considera la representante del OVV zuliano, que es una ardua tarea la que tienen ante sí los responsables de las políticas públicas encargadas de prevenir y atacar la violencia contra las mujeres, independientemente de su edad y el parentesco con el agresor. De allí que considera Se debe promover la igualdad de géneros, como una forma de ir creando nuevos valores en la familia; a la vez que se debe detener el avance de este delito en el Zulia, con acciones más directas.