OVV Nueva Esparta
En el seguimiento que realiza el OVV Nueva Esparta a la prensa regional, destacan 20 casos de violencia autoinfligida, de los cuales 18 fueron suicidios y dos intentos. Esta cifra abarca lo que va de 2023.
En lo que va de año, la entidad insular viene mostrando un aumento considerable de muertes autoinfligidas, con 18 casos y dos intentos frustrados, de acuerdo con el seguimiento que realiza el Observatorio Venezolano de Violencia Nueva Esparta (OVV Nueva Esparta).
Hasta julio de este año se habían contabilizado 15 suicidios y un intento, la misma cifra de todo 2022 en el territorio insular Este hecho, sin duda alguna, debe alertar a las instituciones y autoridades, pues evidencia la escalada de este problema de salud pública en el estado, indicó el equipo investigador del OVV en Nueva Esparta.
En la lista nacional de violencia autoinflgida registrada durante septiembre de este año, Nueva Esparta había ascendido al noveno lugar con 5,8% de los 312 casos registrados en todo el país. El año 2022 la región insular cerró, en el puesto 14. Mérida continúa siendo el estado con mayor incidencia, con 44 suicidios (14,1%), seguido por Aragua con 30 casos (9,6%) y Zulia con 23 (7,4%).
Llama la atención que del total de estos fatídicos eventos en Nueva Esparta, este año, 16 corresponden a personas del género masculino. Es decir, 88,8% de las víctimas de suicidio fueron hombres, con edades entre 46 y 64 años y jóvenes entre 20 y 34 años.
En cuanto al género femenino, en este mismo lapso, se contabilizaron cuatro casos, incluido los dos intentos frustrados ocurridos en el sector El Ángel del municipio Maneiro, en junio, y en el sector Sabana Grande en el municipio García, en septiembre. Especialistas señalan que, en general, los intentos frustrados son más frecuentes en las mujeres y son sobre todo un llamado de atención en busca de ayuda.
Pese al drama que implica tanto para la víctima como para sus familiares y allegados, el tema del suicidio debe ser atendido sin estigmas ni tabúes, como lo ha exhortado la Organización Mundial de la Salud (OMS), a fin de centrarse en la prevención de este problema que anualmente provoca la muerte de unas 700.000 personas en todo el mundo.
“En vista del aumento de suicidios en la entidad y el país, es importante que no se eluda informar sobre estos hechos de forma adecuada, desde los medios y las instituciones, ajustándose a manuales para el manejo de la información en esta materia que contribuyan a la prevención y sensibilización acerca del problema. Y es necesario que se optimicen los mecanismos de investigación policial que permitan determinar las causas de las muertes que estén bajo sospecha de violencia autoinfligida”, enfatizó la coordinadora del OVV Nueva Esparta, Hilda Mendoza.
De acuerdo a la OMS, la violencia autoinfligida se refiere al “uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo”. Este tipo de violencia comprende el comportamiento suicida y las autolesiones. En el primer caso se incluyen pensamientos suicidas, también intentos y la consumación. El segundo término abarca los actos de automutilación.
La depresión: principal detonante
En el ámbito mundial también existe una importante brecha de género entre quienes cometen suicidio. De acuerdo a cifras de la OMS, los hombres tienen tres veces más posibilidades de morir por suicidio en Australia; 3,5 veces en Estados Unidos, y más de cuatro veces en Rusia y Argentina.
El investigador Gustavo Páez, Coordinador del OVV Mérida y quien ha encabezado los principales estudios sobre suicidios en el país, señaló que en más del 90% de los países, los hombres superan a las mujeres en esta causa de muerte. Entre las razones que podrían explicar este fenómeno es que los hombres tienden a emplear métodos más letales, los cuales aumenta la probabilidad de muerte. Por ejemplo, ahorcamiento, armas de fuego y precipitación.
“Otra razón es que los hombres son más reacios a recibir ayuda u orientación de parte de un familiar, de un amigo o de un especialista. Se niegan más a ir a un psicólogo o psiquiatra”, explica Páez.
Las causas también guardan relación con la presión social y cultural que recae sobre ellos. “El hombre, al parecer, es más débil emocionalmente que la mujer, se estresa con más facilidad bajo situaciones adversas, está acostumbrado a ser el proveedor y cuando eso no lo puede lograr, pueden aparecer pensamientos negativos, tensiones y/o presiones fuertes que pueden conducir a un buen número al suicidio. En esto también interviene el machismo, eso de que los hombres no lloran, el macho alfa, etc.”, señala el investigador.
Sin embargo, en vista de que el suicidio es un tema complejo y multicausal, es difícil comprender todas las razones detrás de estos hechos, por lo cual es necesario aumentar los estudios sobre salud mental y las políticas de atención a la población.
En la entidad insular, el principal detonante que ha llevado a las personas a poner fin a sus vidas, en 82% de los casos, se relaciona con cuadros depresivos provocados por la situación económica y el sentimiento de abandono generado por la migración de familiares, según las distintas versiones conocidas a través del monitoreo de prensa.
En Venezuela, de acuerdo con el Informe Anual de Violencia Autoinfligida 2022 del OVV, entre los principales factores de riesgo que llevan a que un importante número de personas, de diferentes edades, a tener comportamientos suicidas, están los índices elevados de pobreza y el incremento de la desigualdad social, ambas situaciones derivadas de la emergencia humanitaria. Se combina con esto el aumento de casos de depresión y ansiedad; desesperanza; disfuncionalidad y desestructuración familiar; violencia doméstica, sexual, de género y contra niños, niñas y adolescentes; conflictos sentimentales; casos de bullying; la falta de acceso en cantidad y calidad a servicios médicos especializados y a psicofármacos; entre otros.
Según la OMS, por cada adulto que se suicidó, probablemente más de otros 20 haya cometido uno o más intentos. De manera que el aumento de muertes autoinfligidas en Nueva Esparta, puede indicar un alto subregistro de estos casos.
“Hay razones para plantear que posiblemente cerca de la mitad de las muertes por suicidio no son clasificadas como corresponde”, explicó el profesor Páez. Es decir, dentro del subregistro de suicidios existente en el país, puede haber algunos que han sido señalados como averiguaciones o como muertes de intencionalidad no determinada.
Por su parte, la coordinadora del OVV Nueva Esparta exhorta a las autoridades a atender esta situación y no dilatar más su abordaje. “Los registros que hemos contabilizado en la entidad en lo que va de año, superan los ocurridos durante todo 2022 en los municipios Chacao y El Hatillo del Área Metropolitana de Caracas, donde hubo en conjunto 17 casos, según cifras de la unidad estadística del OVV, lo que llama la atención siendo Nueva Esparta una entidad turística de no más de 600 mil habitantes. Es necesario diseñar e implementar programas de prevención a través de medios e instituciones acerca de este grave problema”, advierte Mendoza.