Prensa OVV Monagas

El Observatorio Venezolano de Violencia en Monagas (OVV Monagas) presentó ante los medios de comunicación regionales los resultados del Informe Semestral de Violencia 2021, en el cual se detalló el comportamiento de la violencia interpersonal en el estado durante los primeros seis meses de 2021. El objetivo de este encuentro fue difundir los resultados del trabajo realizado en torno a la observación y análisis de este fenómeno, en aras de visibilizar y proyectar sus incidencias en un corto plazo.

Con base al seguimiento realizado por el Observatorio de Prensa (OP) del OVV Monagas, a las diferentes noticias en los medios de comunicación regionales y nacionales, en la región hubo una incidencia de 72 hechos de muertes violentas, distribuyéndose en 13 eventos por intervención policial/militar, en los cuales resultaron muertas 16 personas, y 59 sucesos por homicidios intencionales, registrándose 63 víctimas fatales; para un total de 79 personas fallecidas.

Revela también el Informe Semestral del OVV Monagas que, en el primer semestre del año, se registraron 236 sucesos. Los porcentajes asociados a los tres tipos de delitos con mayor incidencia son: robo, con 26,7%; homicidio intencional, con 25%; y tentativa de homicidio intencional, con 23,7%. Le siguen, en orden decreciente, agresión con lesiones graves, con 15,3%; secuestro, con 3%; amenaza de muerte, con 2,5%; y violación sexual, con 2,1%. Con estas cifras se proyecta una preeminencia hacia la violencia interpersonal y contra la propiedad, en donde los homicidios y los intentos de homicidios se vinculan con los robos.

Al detallar el tipo de delitos por sexo, el equipo del OVV Monagas explicó que los hombres son mayormente afectados cuando se trata de homicidios (96,6%), tentativa de homicidios intencionales (88,7%), robos (96,6%) y amenazas de agresión (100%). Por su parte, las mujeres siguen siendo más vulnerables en situaciones como violación sexual (75%), amenazas de muertes (100%) y agresiones que incluyen lesiones graves a leves (67,6%); todo ello vinculado con violencia de género. En cuanto al tipo de armas que están siendo empleadas para cometer delitos, se encuentra que las de fuego fueron principalmente utilizadas en los delitos de homicidios (64,4%), tentativas de homicidios (58,2%), robos (51,9%) y secuestro (71,4%). El empleo de armas cortantes o punzantes son el segundo medio de coacción o ejecución a las víctimas; en tanto que la fuerza física es mayormente empleada por los victimarios cuando se trata de agresión que incluyan lesiones graves o leves (75%), amenazas de agresión (50%) y violación sexual (100%).

“El estado Monagas presenta una alta incidencia de delitos cometidos por pandillas (51%) y, con menor incidencia, actúa la delincuencia organizada (7,2%), específicamente en la ejecución de los delitos como homicidios y tentativa de homicidios. En tanto que, 14,9% de los delitos está relacionado con la pareja o la familia, cifra relevante porque aparece en una proporción que no había sido observada en años anteriores. Se trata de delitos tales como violencia de género o contra niños, niñas y adolescentes que ocurren en el ámbito familiar, por lo que pueden ser calificados como violencia doméstica”. Resaltó el Informe del OVV Monagas.

Otro dato de importancia, reflejado en el documento, está relacionado con las afectaciones por la violencia, las cuales comienzan a tempranas edades. Por ejemplo, la mayor cantidad de homicidios se producen en edades comprendidas entre 15 y 34 años (69,2%); es decir, en la plenitud de la productividad personal. Llama la atención que las tentativas de homicidios tienen como protagonistas a personas entre 15 y 44 años (83,3%), afectando en mayor proporción a quienes están en etapas de crecimiento y rendimiento. Las víctimas de robo, se ubican principalmente en el rango etario entre los 15 y 39 años (85,7%); mientras que 100% de las amenazas de muerte se están produciendo en mujeres entre los 15 y 19.

Municipios violentos

Con base al seguimiento realizado a través del OP del OVV Monagas, del total general de delitos registrados en los 13 municipios, Maturín concentra mayor cantidad, con 74,6%; seguido de Ezequiel Zamora, con 6,4%; Piar, con 5,5%; y Punceres, con 1,7%. “Esto parece responder a un patrón de concentración delincuencial en una franja alrededor de la capital del estado, debido a la cercanía que poseen los 4 municipios entre sí. Es Maturín, la capital del estado, el municipio que actúa como centro de la acción delictiva por su amplitud territorial, la densidad poblacional y las actividades comerciales atractivas a la delincuencia”. Resalta como hipótesis en el Informe Semestral.

Es en el municipio Maturín donde se observa el mayor porcentaje de violencia con base a la cantidad de delitos que se producen dentro de sus límites. Entre ellos se deben mencionar, el robo (29,4%), homicidio intencional (24,3%) y tentativa de homicidios intencionales (23,2%). Le siguen, en orden decreciente, agresiones graves a leves (13,6%), secuestro (3,4%), amenazas de muertes (2,8%) y violaciones sexuales (1,7%). Dentro de Maturín, la parroquia más violenta es Altos de Los Godos, con la ocurrencia del 21,4% de los actos delictivos; le siguen Las Cocuizas (16,5%), San Simón (12,5%) y Boquerón (10,5%).

Entre los municipios con menor incidencia de violencia, según la observación de prensa, se encuentran: Aguasay, el cual no registró incidencia delincuencial, y Acosta, en el cual se registraron delitos de lesiones graves a leves, principalmente asociados a las riñas.

Confinamiento de doble filo

Durante el encuentro con la prensa, el equipo del OVV Monagas explicó que es posible que la situación de emergencia sanitaria por Covid-19 esté teniendo una incidencia mayor en los patrones de violencia asociados con el confinamiento como, por ejemplo, la violencia de género; contra niños, niñas y adolescentes; además de los robos a espacios cerrados, debido a la pandemia, como el caso de las universidades y otras instalaciones educativas.

Para el equipo del OVV Monagas, aún permanecen las acciones de grupos delictivos, tipo bandas o pandillas, que generan importantes focos de violencia interpersonal y contra la propiedad en el estado. “Aunque la migración masiva de ciudadanos -víctimas y victimarios- hacia otros países fue un factor importante en el año 2020 para explicar la disminución de las muertes violentas, en este semestre, el confinamiento por Covid-19, aunado al repunte pandémico, pudo condicionar el comportamiento de la violencia en la región. Adicionalmente, la heterogeneidad de los contextos situacionales en los cuales se producen los delitos, hace suponer la generalización de la violencia en los distintos ámbitos sociales. Al abarcar cada día más espacios de acción, ésta se propaga, se contagia y se convierte en nudos críticos que permean toda la malla social. Estos rasgos se pueden observar en la descripción de los distintos delitos y sus motivaciones”.

Para concluir, el equipo del OVV Monagas considera que para erradicar la violencia en todas sus formas resulta imperativo la definición e implementación de políticas públicas que permitan el fortalecimiento institucional, la reciudadanización, el respeto y protección de los derechos humanos, la reparación a las víctimas, así como la implementación de programas de formación en la cultura de paz y convivencia.

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