Prensa OVV Bolívar

Frayver Nicolás Toledo Solano, de 19 años, y Sebastián Alejandro Rondón Guzmán, de 16, desaparecieron el 25 de mayo. Dos días mas tarde dieron con el paradero de ambos adolescentes. Sus cuerpos fueron localizados muertos debajo de uno de los túneles que está por el puente Caroní, en Puerto Ordaz.

Fue un crimen con saña. No solo les dispararon múltiples veces, sino que también carbonizaron los cuerpos. Las investigaciones de los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc revelaron la presunta participación de Osmel Josué Velásquez Castillo, de 16 años.

El 1 de junio Osmel falleció tras un presunto enfrentamiento con los organismos de seguridad, a metros de donde fueron localizados los cuerpos de Frayver y Sebastián. Según fuentes oficiales, Velásquez les había pedido a los otros dos adolescentes que retuvieran a otro joven con el cual él tenía problema, y como Toledo y Rondón se negaron, Osmel tomó venganza.

Familiares de Frayver y Sebastián, aseguraron que ninguno de ellos dos eran delincuentes, y tampoco andaban en malos pasos.

Mientras que el 28 de junio, un joven de 20 años asesinó de un disparo en la cara a su papá, en el sector de Las Teodokildas, en Puerto Ordaz. Según fuentes policiales Marcos Antonio Medina Lloverá, de 51 años, llegó a la propiedad y notó que faltaba una computadora, por lo que le preguntó a su hijo Oscar Alejandro Medina, de 20 años, por la misma.

Se generó una discusión la cual culminó con Oscar tomando una escopeta y le disparó en el rostro a su papá, Marcos.

Pero también por la forma en que los organismos de seguridad efectúan los procedimientos en los que presuntamente están involucrados los victimarios.

María Virginia Alarcón, coordinadora del OVV Bolívar, explica que todos estos hechos son consecuencia de una profunda descomposición social, una mezcla de la ausencia de educación para la ciudadanía que viene de la formación en el hogar con la ineficacia de los organismos gubernamentales para refrenar la proliferación de este tipo de situaciones. “La descomposición social ha llevado a que no se respeten los lazos familiares, pues la violencia ha permeado en ellas. Hasta la fecha hemos registrado 66 casos donde las víctimas son menores, lo que representa 10,5% de la totalidad de los crímenes reportados en el primer semestre del año 2019”.

“Hacemos un llamado a los padres a mantener la orientación en sus hogares; el fomento de valores es fundamental para afrontar casos de este tipo” , dijo Alarcón.