Prensa OVV Nueva Esparta

El equipo del Observatorio Venezolano de Violencia en Nueva Esparta (OVV Nueva Esparta) cumplió, este mes de julio, su primer aniversario, estudiando las diversas formas en que se expresa la violencia interpersonal, y también la violencia social o estructural, en la entidad insular.

El propósito de la conformación de este equipo ha sido contribuir con la visibilización de estas realidades en una región que tradicionalmente ha sido considerada una de las más tranquilas, en comparación con el resto del país.

Para Hilda Mendoza, coordinadora del OVV Nueva Esparta, el equipo se conformó en un momento muy importante, sobre todo por el significado que tiene el OVV en el estudio de la violencia en el país, así como por sus nuevos retos. “Es una referencia consolidada y reconocida en el estudio cuantitativo de la violencia en Venezuela, está adentrándose en la investigación cualitativa de esta temática e incluyendo el aspecto estructural. De manera que es una interacción muy enriquecedora”, expresó Mendoza.

Agregó que en 2021, el equipo de Nueva Esparta participó en el estudio denominado “Mortalidad y otras formas de violencia en la niñez y la juventud” que realizó el OVV en 15 estados del país. “Fue un estudio muy revelador, en el que pudimos integrarnos como comunicadoras en el manejo de la entrevista y llevar esta técnica a un nivel de investigación académica con el apoyo del OVV central, de sus investigadores y sus asesores en distintas disciplinas”, dijo la coordinadora.

Mendoza destacó la guía de la educadora Gloria Perdomo, coordinadora nacional del OVV, quien se especializa en temas relacionados con los derechos de niños, adolescentes y jóvenes. “Su profundo conocimiento de la materia y su amplia experiencia investigadora, contribuyó a un sólido fundamento del estudio”, expresó.

Los subtemas elegidos por la sede Nueva Esparta en esta investigación, fueron los de migración familiar, trabajo infantil y adolescente, y mortalidad neonatal e infantil en centros asistenciales, a través de entrevistas a 4 adolescentes y jóvenes representativos de estas problemáticas en la entidad. “En este estudio aportamos nuestra experiencia en el manejo de la historia de vida —con la influencia del fallecido autor y amigo Alejandro Moreno— complementando con la fortaleza cuantitativa del OVV, muy desarrollada en la medición e interpretación de las tasas de violencia en la entidad y el país. Fue una gran experiencia, muy productiva en el conocimiento de estas realidades en el estado insular”, comentó Mendoza.

Monitoreo de medios

Como parte del trabajo cotidiano, ha sido de gran valor el monitoreo de prensa dirigido por el OVV central, que consiste en el registro, sistematización y análisis de los casos reportados por la prensa regional, lo que ha permitido ofrecer una caracterización sobre el comportamiento, evolución y tipo de delitos, las víctimas, victimarios y el contexto donde ocurren los hechos. Todo ceñido a la Clasificación Internacional de Delitos con Fines Estadísticos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, 2015).

Hilda Mendoza está acompañada en el equipo por Deysi Ramos, quien cumple el rol de periodista del OVV regional. Para la comunicadora, “gracias a ese registro mensual sobre el comportamiento delictivo en la región insular, cada mes se profundiza en los hallazgos y se elabora una publicación que da cuenta de las tendencias y situaciones de violencia que ocurren en la entidad”.

A través del seguimiento a las distintas manifestaciones de la violencia interpersonal, el equipo ha dado a conocer diferentes casos donde quedan visibles diferentes delitos. Entre los temas visibilizados está el grave hacinamiento en los Centros de Detención Preventiva de la entidad, que provocó entre otras consecuencias, el resurgimiento de la tuberculosis en los calabozos de los cuerpos policiales. Igualmente fue revelado a través de datos, cómo la delincuencia contribuyó al cierre masivo de locales comerciales en Nueva Esparta, y que las muertes en averiguación o aún no resueltas se incrementaron en el estado, a causa de la debilidad jurídica y de seguridad.

Recientemente, gracias al trabajo de investigación realizado por el equipo del OVV Nueva Esparta, ha salido a la luz pública que la entidad se convirtió en un punto estratégico para la actuación de redes de trata de personas. Asimismo, que el trabajo forzoso es la única alternativa que tienen muchos niños y adolescentes en la isla para hacerle frente a la crisis económica familiar. Las indagaciones también han revelado que la falta de control prenatal pone en riesgo a neonatos insulares y la vida de sus madres.

Para el equipo, ante la escasa existencia de registros oficiales sobre la violencia interpersonal, el OVV Nueva Esparta sigue y seguirá aportando datos a través del monitoreo de medios y otras indagaciones, así como en lo referente a violencia estructural en la entidad. “Es un aporte fundamental para que los organismos competentes se aboquen a ejecutar políticas públicas en favor de la seguridad y el bienestar integral de la población”, aseguraron las investigadoras.