Durante el año 2020, según el monitoreo de la prensa regional, en el estado Aragua se reportaron un total de 79 víctimas de delitos tipificados como violencia al género, distribuidos en: 25 femicidios (31,65%), 20 abusos sexuales (25,32%), 18 violaciones (22,78%), 6 menores de edad víctimas de explotación sexual (7,59%) y 9 casos inespecíficos de violencia al género (11,39%), donde se incluyen las lesiones, los tratos crueles y los maltratos físicos y verbales y 1 desaparición forzosa (1,27%).
Al analizar el comportamiento trimestral de este tipo de violencia, con el propósito de evidenciar cambios en este tipo de violencia, que podrían relacionarse con el posible impacto del confinamiento social como medida de mitigación y control de la pandemia del Covid-19 sobre la convivencia familiar y social, el principal hallazgo fue que durante el 2020 se duplicó el total de femicidios del año 2019 que fue de 12 mujeres asesinadas por hombres, por motivos de odio y en situaciones de inequidad de género. Sin embargo, a pesar de este significativo incremento, su comportamiento no parece estar relacionado con el confinamiento social por Covid-19, en virtud que tal como se muestra en el Gráfico Nº1, su tendencia trimestral es a la disminución, contraria a la clara tendencia al incremento que se evidencia en el comportamiento de la violencia de género en general.
En este sentido, durante el primer trimestre del año, se reportaron en prensa un total de 13 víctimas de violencia al género, de las cuales 9 (69,23%) fueron femicidios, 2 violaciones de adolescentes femeninas de 15 y 14 años de edad (15,38%), 1 abuso sexual (7,69%) a una adolescente de 14 años por parte de un hombre conocido de 30 años y 1 caso de violencia al género (7,69%), que ocurrió cuando un funcionario de la Policía de Aragua agredió a una oficial del mismo cuerpo policial, durante una discusión laboral.
Para el segundo trimestre, se registraron en prensa un total de 14 delitos tipificados como violencia al género, correspondientes a: 7 femicidios (50,00%), 3 delitos genéricos de violencia al género (21,43%) que se corresponden con 1 intento de femicidio frustrado durante un drama pasional (heridas por arma blanca), 1 agresión física y verbal de un funcionario de las FAES hacia una madre soltera de dos niñas, durante el intento de desalojo en la Ciudad Socialista El Arsenal, y 1 lesionada por su pareja durante una riña intrafamiliar. Durante este periodo también ocurrieron 2 violaciones (14,29%): una de las cuales la víctima es una niña de 9 años, violada por su padre desde los cuatro años. La víctima de la segunda violación es una mujer que fue abusada por un desconocido en el municipio Girardot. Finalmente, 1 adolescente víctima de abuso sexual en el municipio Girardot (7,14%) y 1 desaparición forzosa (7,14%), cuya víctima es la directora de una escuela de cocina gourmet en Maracay.
Durante el periodo julio-septiembre, que se corresponde con los primeros seis meses de cuarentena, se reportaron 22 víctimas por delitos de violencia al género, evidenciándose un incremento de 57,14% con respecto al total de víctimas del segundo trimestre y el 69,23% de las víctimas por este mismo tipo de violencia con respecto a las reportadas en el periodo enero-marzo 2020. Entre los delitos de violencia al género reportados durante el tercer trimestre tenemos que el 72,73% se corresponde con 8 violaciones (36,36%): en dos niñas de 8 años, 2 adolescentes de 13 y 14 años y 4 mujeres que fueron violadas y robadas, en diferentes eventos por un mismo taxista, y 8 abusos sexuales (36,36%) en niñas y adolescentes con edades comprendidas entre 8 y 16 años. Durante este periodo, en el estado Aragua también ocurrieron 5 femicidios (22,73%) y 1 víctima de violencia al género (4,55%), que en este caso fue una mujer que fue golpeada e insultada, por dos conocidos, en plena vía en Zuata, municipio Ribas.
Entre los 8 abusos sexuales reportados en este periodo, hubo un caso de una menor de 11 años en la población de Barbacoas, que fue abusada por el esposo de su tía en complicidad con ésta, quienes, desde el mes de febrero, la tenían sometida psicológicamente con amenazas de muerte hacia ella y hacia su abuela por parte del tío, que era reforzada por la manipulación de la tía, que le decía a la niña que él era muy peligroso y que ya había matado a varias personas por no hacerle caso. De esta manera, la obligaban a enviarles fotos desnudas por el celular y la abusaban físicamente, al aprovecharse de la confianza de la abuela, buscándola frecuentemente durante la cuarentena, para pasar unos días en casa de los tíos.
Este suceso en particular encendió las alarmas de las autoridades, quienes han iniciado una investigación destinada a desmantelar un posible esquema de prostitución infantil en el sur del estado Aragua, ya que al parecer la sobrina no es la única que ha sido abusada por este pedófilo. En este sentido, los funcionarios del CICPC tratan de confirmar la versión, según la cual el detenido llevaba a otras niñas o adolescentes a su casa para realizar rituales religiosos.
Posteriormente, durante el periodo octubre-diciembre 2020, en Aragua se reportaron un total de 30 víctimas de delitos de violencia al género, entre los que tenemos:10 abusos sexuales (43,48%): 4 producto de actos pederastas individuales, pero 6 producto de dos delitos colectivos, cuyo móvil no era la satisfacción sexual del agresor, sino el interés de un grupo de hombres y mujeres delincuentes, por el lucro que podían obtener de la pornografía y explotación sexual de niñas y adolescentes, que eran captadas con señuelos de falsas promesas, para posteriormente ser sometidas y enclaustradas en contra de su voluntad.
En este sentido el primero de los casos de este periodo, fue el desmantelamiento de un centro de corrupción de menores que funcionaba clandestinamente en uno de los apartamentos de la Ciudad Socialista El Arsenal, en el municipio Mario Briceño Iragorry, donde ambos padres, en complicidad con una adulta de 25 años, prostituían a sus dos hijas menores de edad, ofreciéndoselas en su propia casa a los líderes negativos del urbanismo en medio de maltratos físicos, drogas y alcohol.
El segundo caso, se refiere al desmantelamiento de una banda de pornografía y explotación sexual de niñas y adolescentes, por parte de funcionarios de la Delegación Municipal de Las Tejerías del CICPC, quienes lograron capturar a 6 personas: 1 hombre de 63 años y 5 mujeres con edades comprendidas entre 27 y 39 años, que se dedicaban presuntamente a la explotación sexual contra niñas y adolescentes. La captura de estos pederastas se materializó en el sector Los Cerritos del municipio José Rafael Revenga, mientras que otro grupo integrantes de la banda fueron capturados en la ciudad de La Victoria, donde se rescataron a cuatro menores que se encontraban ilegalmente en las habitaciones de un hotel.
Es importante mencionar que durante este periodo octubre-diciembre 2020, se observa un incremento cualitativo en el nivel de los abusos sexuales, que pasan de ser un delito sexual individual, como ocurrió en los tres primeros trimestres del año, a ser delitos integrados a las dinámicas de redes de crimen organizado de pornografía y explotación sexual, que se comienza a evidenciar en el estado.
Es posible que la pandemia haya tenido un efecto catalizador en el incremento cualitativo del nivel de los abusos sexuales durante el año 2020 en el estado Aragua, en virtud que el confinamiento social prolongado ha puesto a prueba el sistema de valores que sustenta actualmente a la sociedad, ha profundizado los efectos económicos y sociales de la compleja crisis humanitaria que venimos padeciendo desde el año 2015. Por otra parte, según la Organización de Naciones Unidas1, “el coronavirus interrumpe las rutas del narcotráfico y genera escasez de droga a nivel mundial”, por lo que no es de extrañarse que la delincuencia organizada internacional esté adaptándose compensatoriamente a la pandemia, promoviendo las diferentes formas de explotación humana, como forma alternativa de lucro.
La trata de personas es un fenómeno social que vulnera gravemente los derechos humanos, de grupos poblacionales que estructural, social y culturalmente se encuentran en situaciones de mayor desprotección; particularmente mujeres, niños, niñas y adolescentes. Los ciudadanos comunes pueden ayudar a combatir ese delito siendo conscientes del problema y asegurándose de que la penosa situación de las víctimas no pase inadvertida. Por ello debemos sensibilizarnos con la invisibilidad de la problemática y empoderarnos socialmente con la sensibilización de grupos vulnerables, así como con su permanente vigilancia y denuncia ciudadana.
Equipo del Observatorio Venezolano de Violencia en Aragua (OVV Aragua)