Dadas las cifras o magnitud de los hechos que se producen, pareciera sencillo referenciar el tema de la violencia en el estado Bolívar; no obstante, al adentrarnos en las particularidades de la entidad, so pena de parecer repetitivos, resulta innegable hablar de una violencia estructural que se ve agudizada en tiempos de aislamiento social.

Para el cierre del mes de julio, con 1154 casos confirmados, Bolívar se constituye como el sexto estado con mayor número de personas contagiadas de Coronavirus, más, aunado al hecho de su ubicación fronteriza con Brasil, las medidas restrictivas de horario y movilidad han sido radicalizadas progresiva e irrefrenablemente desde que se decretó el estado de emergencia nacional. En ese sentido, dado el confinamiento, pudiese pensarse que los índices de violencia han disminuido; sin embargo, los mismos se mantienen y extienden a sectores vulnerables por esencia, como es el caso de niños, niñas y adolescentes (NNA), y mujeres.

Para este primer semestre, específicamente durante la cuarentena, se registraron al menos 64 casos de violencia basada en género, de los cuales 9 fueron femicidios, incluido el de una niña de 10 años de edad que fue degollada por su victimario mientras se resistía a ser violada. Con 25 casos reportados, la violencia física se posiciona como el tipo de violencia más denunciado, seguido de actos lascivos, del cual se registraron 23 casos. Durante este periodo se registraron 2 casos de trata y tráfico de personas.

Con una cifras considerables, alarmantes per se, se constituye en punto de quiebre el hecho de que en al menos 10 de estos casos, las víctimas fueron niñas y adolescentes entre los 8 y los 15 años. Y es que la población infantil ha sido de los grupos poblacionales más afectados durante estos días de aislamiento social. Inicialmente, la mayoría de situaciones reportadas referían el deterioro de su calidad alimenticia, dado que casos de desnutrición y mal nutrición infantil son una constante en el monitoreo comunitario que realizan las principales ONGs de la región.

Por su parte, el Observatorio Venezolano de Violencia en Bolívar (OVV Bolívar) afirma que en cuanto a otros tipos de violencia, la tendencia durante estos meses no ha sido distinta. Desde el inicio de la cuarentena se han registrado un total de 21 casos de abuso y maltrato de NNA: 18 casos de víctimas con edades comprendidas entre los 2 y 12 años, y 3 casos entre los 16 y 17 años; entre los que destacan estrangulamiento y envenenamiento ejecutados por sus propias progenitoras.  

Brote de enfermedades estomacales y un virus que implica lavar las manos constantemente en un estado sin servicio de agua; educación a distancia con fallas de conexión; irregularidad en el servicio eléctrico, escasez de gas doméstico e imposibilidad para dotar combustible, ni siquiera a precio internacional, son el contexto de tan cruenta realidad.   

En ese sentido, urge que el colectivo comprenda su rol para refrenar y revertir la situación, que de ello y la suma de esfuerzos a las acciones emprendidas por la sociedad civil y algunas organizaciones internacionales que hacen vida en la región depende que podamos iniciar una transición hacia un verdadero estado de derecho y justicia social.

Eumelis Moya
Observatorio Venezolano de Violencia en Bolívar (OVV Bolívar)