Prensa OVV Sucre

Con una tasa de 61,3 muertes violentas por cada 100 mil habitantes (m/h), Sucre fue la tercera entidad más violenta del país durante 2020, de acuerdo al monitoreo de prensa realizado por el  Observatorio Venezolano de Violencia en Sucre (OVV Sucre).

La entidad oriental, registró 164 sucesos y 177 personas víctimas de homicidios durante el año 2020. De esa manera, la tasa de homicidios fue de 24,7 y de resistencia a la autoridad de 18,5, además de una tasa de muertes en averiguación de 18,1 por cada 100 m/h.

Los datos enunciados se desprenden del Informe Regional Anual presentado por el equipo de investigación académica del OVV Sucre, donde se destaca que en los últimos años, la entidad se ha encontrado en posición crítica como ocurrió en 2018 cuando Sucre ocupó el quinto lugar de violencia en todo el país y el sexto en 2019.

Los investigadores del OVV Sucre establecieron comparaciones entre la tasa de muertes violentas de Sucre de 2019 (61), con la que se presentó en 2020 (61,3); para señalar que fue seis veces superior a la que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, con una tasa de 10, expresa un alto nivel de la violencia y es considerada como una situación epidemiológica, por tanto, el estado Sucre presenta una situación delicada en términos de salud social.

De igual forma, en cuanto a la tasa de resistencia a la autoridad, en el estado Sucre durante 2019 fue de 23 y en 2020 se presentó en 18,5; lo cual no significa que haya una tendencia a la disminución, sino un cambio en el universo poblacional de la acción criminal y delictiva.

Con ello, es posible establecer comparaciones con otros estados que se mantienen como violentos, con marcado acento en la resistencia a la autoridad como Bolívar (18,3) y Distrito Capital (16,1), lo cual evidencia que la tasa de resistencia a la autoridad en la entidad sucrense, es igual o superior a las referidas entidades. 

Asimismo, la tasa de muertes violentas de Sucre, superó a las de sus vecinos Monagas (49,3), Anzoátegui (31,6) y Nueva Esparta (30,9) lo cual, ofrece una panorámica para considerarlo como el estado más violento del oriente del país con repercusiones en la tradición pesquera y en la pérdida del territorio, donde se ha fortalecido la acción de las organizaciones delictivas.

Esta secuencia negativa de violencia criminal, forma parte de la realidad social, en donde los espacios de poblaciones y municipios, generan hechos violentos de manera constante.

Precisamente, el homicidio fue el delito más grave con 89,7% de los casos, un 9,6% las tentativas de homicidio y un 0,7% de otros delitos.

Municipios más violentos

El monitoreo de prensa del OVV Sucre, arrojó que los municipios más violentos en homicidios durante 2020, fueron: Valdez (Güiria) con una tasa de muertes violentas de 197 por cada 100 m/h; Andrés Eloy Blanco (Casanay) con 102,2; Cajigal (Yaguaraparo) 83,4; Bermúdez (Carúpano) 75,5; Montes (Cumanacoa) con 64,1; Sucre (Cumaná) con 62,3. Libertador (Tunapuy) 43,3; y Arismendi (Río Caribe) 39,3.

En este sentido, la Península de Paria destacó por tener el municipio más violento de la entidad sucrense (Valdez), así como una ubicación de forma estratégica en el extremo este del estado, de conexión amplia al Mar Caribe y poca vigilancia costera, condición favorable para el desarrollo de actividades ilícitas.

El OVV Sucre realizó una comparación de la tasa de muertes violentas del país (45,6), con la del estado Sucre (61,3) y sus municipios; para señalar que la entidad presentó una  tasa de muertes violentas superior a la del país.

El municipio Arismendi, en la Península de Paria, presentó una tasa de homicidios de 17,6 y resistencia a la autoridad de 11. Igualmente, la jurisdicción tiene en su geografía las parroquias San Juan de Las Galdonas y San Juan de Unare, las cuales son el escenario de ocurrencia de sucesos que no son documentados de manera oficial.

Además comparte en el extremo oeste del estado Sucre, su posición estratégica costera con el municipio Cruz Salmerón Acosta (Península de Araya) que registró una tasa de homicidios de 0 y de resistencia a la autoridad de 8,8.

Muertes en edades productivas

Los resultados del Observatorio de Prensa del OVV Sucre, arrojaron que 94,9% de las víctimas pertenecían al sexo masculino y 5,1% al femenino. Asimismo, 37,3% eran personas con edades comprendidas entre los 25 a 29 años, seguido de 20 y 24 años en 23,8%, y las edades de 30 a 34 años en 13%, de los sucesos registrados.

Sobre la ocupación de las víctimas, 43,5% pertenecían al personal de servicios de protección y 13% al sector de los trabajadores de los servicios, vendedores de comercios, así como agricultores y trabajadores calificados agropecuarios.

En los hechos donde estuvieron involucrados funcionarios de seguridad, 47,1% pertenecían a la policía estatal o municipal, 19,6% eran del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), 15,7% Policía Nacional Bolivariana (PNB) y 13,7% Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

La violencia delincuencial estuvo presente en 54,8% de los delitos registrados, y la policial en 34,2% de los casos.

El arma más utilizada fue la de fuego con un 84,8%, el móvil de los sucesos fue 33,6% por resistencia a la autoridad, seguido por ajuste de cuentas con 21,2% y venganza con 20,5% de los casos.

Frente a este panorama, el Informe Regional Anual del  OVV Sucre, señala que se requieren políticas públicas, enmarcadas en el abordaje de la violencia y la inseguridad, además del reconocimiento por parte de los entes gubernamentales del alto nivel que ha adquirido la violencia criminal como problemática social en la entidad sucrense.