The Miami Herald
Andrew Rosati

Caracas.- Docenas de dolientes se reunieron con lágrimas en los ojos el jueves en el suburbio de La Guairita de Caracas para dar el adiós final a la fallecida reina de belleza Mónica Spear y su esposo, Henry Thomas Berry.

Los esposos, quienes fueran asesinados el lunes en un asalto en la carretera que ha conmovido a la nación, serán sepultados el viernes.

Para muchos, en el servicio funeral del jueves, su pena se mezcló con frustración por la criminalidad rampante en el país.

“Esta vez fue alguien famoso, pero pasa demasiado, es algo trágico”, dijo Alidi Barred, de 39 años, vendedora. “Me llena de rabia que tengamos que vivir con miedo”.

Spear, de 29 años, y Berry, de 49, fueron asesinados el lunes por la noche en el estado de Carabobo, cuando se detuvieron al costado de la carretera por tener problemas con el auto en que viajaban. Su hija de 5 años, Maya, recibió un disparo en la pierna pero se afirma que está en condición estable.

“Venezuela ha perdido un ángel; esto nunca debió haber pasado”, dijo emocionada Katty Pulido, de 59 años, ex gerente de Spear y vieja amiga suya.

Hasta el momento se había arrestado a siete personas con relación al crimen, incluyendo a dos menores de edad, según las autoridades.

José Gregorio Sierralta, jefe de la unidad de investigación del país, conocida como CICPC, dijo que los investigadores habían encontrado la cámara digital de Spear en casa de uno de los sospechosos, lo cual ayudó a adelantar el caso.

Sierralta dijo que se busca a otras cuatro personas, todos miembros de una banda llamada “Los Sanguinarios de El Cambur”, que operaba en la zona donde fue asesinada Spear. Agregó que la persona que supuestamente apretó el gatillo, y a quien identificó como Jean Carlos Colina Alcalá, de 19 años, está entre los detenidos.

“Podemos informar al pueblo venezolano que ha habido una resolución concreta en este lamentable caso”, dijo.

También se hizo una ceremonia de recuerdo a Spear el jueves en Miami, donde vivió temporalmente mientras filmaba su última telenovela.

El miércoles, el presidente venezolano Nicolás Maduro había especulado que el asesinato parecía un “sicariato”, o muerte por contrato.

La muerte de Spear, quien ganó el título de Miss Venezuela en el 2004, ha llamado la atención una vez más sobre la criminalidad en Venezuela.

El gobierno no ha dado a conocer estadísticas criminales comprehensivas desde el 2003, pero el Observatorio Venezolano de Violencia reporta que el homicidio se ha cuadruplicado en los últimos 15 años. Según la organización, hubo aproximadamente 24,763 asesinatos en el 2013, lo cual da a Venezuela una tasa de homicidios de 79 cada 100,000 habitantes, la mayor del mundo después de la de Honduras.

El jueves, Maduro dijo que la administración daría a conocer un “nuevo plan venezolano de pacificación” para el 8 de febrero para combatir la violencia, que describió como cerca de una “guerra social”.

Ese anuncio siguió a una reunión apresuradamente convocada entre Maduro, los alcaldes y los gobernadores de los 79 municipios de Venezuela para revisar su plan de seguridad nacional.

En una rara muestra de solidaridad, el presidente estrechó la mano de su enemigo de la oposición Henrique Capriles e hizo un llamado a la unidad.

“Las autoridades tienen que unirse para encontrar terreno común, para trabajar juntas”, dijo Maduro. “Nadie puede cruzarse de brazos. El asesinato de esta joven venezolana es una bofetada para todos. Todos deben asumir su responsabilidad. Yo asumo la mía”.

No está claro de todos modos si los líderes venezolanos están listos para dejar a un lado sus acerbas diferencias políticas con tal de enfrentar la violencia epidémica del país.

“Con solo retórica no se resolverá la inseguridad”, dijo Capriles el jueves. “Se requieren hechos inmediatos y no un show de televisión para dar la sensación que se está haciendo algo”.

Mientras tanto, para la familia Spear, hay asuntos más urgentes.

“Creo que ambos lados tienen que ponerse de acuerdo para acabar con la violencia”, dijo Rafael Spear, de 61 años, padre de Mónica, quien vive en Orlando. “Pero, para mí, la prioridad ahora es sacar a mi nieta de aquí”.

El jefe de la Oficina Andina de The Miami Herald Jim Wyss contribuyó a este reportaje desde Bogotá.