Prensa OVV Guárico
El seguimiento efectuado por el Observatorio Venezolano de Violencia en Guárico (OVV Guárico) a los medios de comunicación regionales entre enero y julio de 2021, arrojó 19 casos de violencia intrafamiliar. Así lo indicó el coordinador del OVV Guárico, quien explicó que dentro de esta categoría se incluyen todos aquellos comportamientos que se traducen en algún tipo de agresión física, sexual, psicológica o económica sobre un cónyuge, pareja o miembro cercano de la familia.
Al examinar los datos referidos a eventos violentos ocurridos en el hogar, el equipo del OVV Guárico identificó a las agresiones como el delito más frecuente, dando cuenta del 52,6% (10), seguido por las violaciones con el 31,6% (6); distribuyéndose el 15,8% restante entre 2 tentativas de homicidio y 1 un evento clasificado en la categoría de otras agresiones sexuales.
De las 19 víctimas de violencia intrafamiliar, 16 son mujeres, siendo las parejas o exparejas los atacantes en 7 de las 9 agresiones. Las otras 2 mujeres -1 niña y 1 adulta- resultaron lesionadas al intervenir en defensa de otras congéneres en sucesos independientes. Cierran las víctimas femeninas 4 niñas y 2 adolescentes, presas de violaciones y otras agresiones sexuales, y 1 adulta joven objeto de intento de homicidio.
Entre las víctimas masculinas identificadas a través de la cobertura mediática, se encuentran un niño, de 8 años, lastimado en 1 violación; un joven adulto lesionado en 1 intento de homicidio y un adolescente agredido.
Al analizar los eventos desde la perspectiva del sexo del victimario, destaca la marcada preponderancia de los hombres como perpetradores, aglutinando el 94,7% de los mismos, al ser responsables en 18 de los 19 ataques. La madrastra causante de la agresión al adolescente varón constituye la excepción dentro de esta tendencia.
Al estudiar el contexto de los eventos, por medio de las reseñas informativas, el equipo del OVV Guárico detectó que los perpetradores actuaron movidos por sentimientos de ira, celos o frustración, por lo que los 19 casos reportados podrían ser categorizados como violencia expresiva. En ninguno de los hechos se observó la obtención de algún tipo de beneficio como móvil, característica que identifica la violencia instrumental.
Adicionalmente, los hallazgos parecieran indicar que la mayoría de las formas de violencia que se producen en el contexto familiar guariqueño, y que afectan de manera pormenorizada a niños, adolescentes y mujeres, comienzan de maneras muy sutiles -humillaciones, gritos, entre otros- que como sociedad hemos invisibilizado y tendemos a justificar. En otras palabras, pareciera estar “marcado” en nuestra cultura o memoria colectiva que hay ciertas formas de violencia que, en el hogar, la gente que nos quiere puede ejercer. Se dan por normales o aceptadas como formas de violencia cotidiana, consideradas, incluso, efectivas para la enseñanza, pero que progresivamente van escalando en un espiral hacia formas más serias.
Sobre el particular, el OVV Guárico, considerando la evidencia disponible, estima que la violencia siempre conduce a más violencia -por sutil que ésta parezca- y que, por lo general, induce el aprendizaje de patrones de relación -replicadores de estas formas de violencia- que pueden llevar a quien fue víctima de una agresión a convertirse en un futuro agresor. Crecer con miedo y rabia no favorece la enseñanza; por el contrario, la violencia marca, lesiona y sus efectos se expresan no solo en el cuerpo de la víctima sino en sus afectos, porque compromete la forma en la que el individuo se ve a sí mismo. Por ello, resulta indispensable entender que la violencia puede y debe ser cambiada, sus efectos abordados y persuadir a las personas de que pueden trascender el haber vivido situaciones de violencia, para continuar y reaprender la forma de relacionarse con los demás.