Efecto Cocuyo
Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo

18 enero, 2023

Durante 2022, según cifras del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), alrededor de cuatro personas por día fueron reportadas como desaparecidas. En su informe correspondiente al pasado año, esta ONG afirma haber recibido un total de 1.370 denuncias sobre estos casos, con Distrito Capital, Vargas y Bolívar como las regiones en la que se registraron más desapariciones. Pero sobre este tema hay pocos detalles.

Los anuncios de búsqueda de personas desaparecidas se han visto con mayor frecuencia en las redes sociales, como es el caso de Dorhean Gainza, un joven de 19 años de edad que desapareció en Caracas el pasado 16 de octubre y este 18 de enero aún sus familiares no conocen sobre su paradero.

Gloria Perdomo, educadora, trabajadora social, profesora de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) y coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia, explica a Efecto Cocuyo qué deben hacer las autoridades ante la desaparición de una persona:

Activar el protocolo

Una vez una persona sea reportada como desaparecida antes las autoridades, los funcionarios a cargo del caso deberán activar los mecanismos y protocolos de búsqueda para iniciar la investigación y dar con el paradero de la persona que desapareció.

“Los cuerpos policiales tienen amplia experiencia y conocimiento”, explica Perdomo.

Pero, a pesar de la experiencia que puedan tener los cuerpos de seguridad, hay viejas normativas que si bien no están descrita en las leyes, muchas veces se realizan como una especie de protocolo para poder iniciar las búsquedas. Esto va a depender del comportamiento y de cuáles sean los hábitos de la persona desaparecida.

“Hay gente que puede ser muy rebelde, por ejemplo, los adolescentes, que se van de su casa por cualquier razón y no vuelven en tres o cuatro días; esto es delicado igualmente, pero a pesar que tratamos con mucha celeridad esos casos, tratamos de esperar por lo menos 48 horas para ver si este joven regresa a casa por sus propios medios o envía una comunicación a alguno de sus familiares”, dice un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) a Efecto Cocuyo.

A juicio de Perdomo, este protocolo, aunque ha estado vigente en muchas oficinas de seguridad del país, no es el más idóneo, porque en el tiempo que se esté dando para ver si la persona desaparecida regresa por sus medios, esta podría estar en peligro y las horas podrían ser claves para su localización.

“Ciertamente, hay una especie de normativa conforme a la cual es a las 72 horas de la desaparición de una persona cuando se inicia o se debe activar el protocolo de búsqueda. Yo no tengo claridad de si esa norma ha variado o cual es el fundamento de esa norma institucional, pero tiene que ver con que de repente hay personas que no se ubican y quizás tiene que ver con personas que han viajado y no habían reportado su ubicación, o hubo un caso de fuga del hogar; eso se decía en relación a los adolescentes, a las muchachas adolescentes”, explica la trabajadora social.

Para la especialista es importante saltarse este protocolo de horas de espera cuando se trata de casos de niños, niñas y adolescentes, porque no es apropiado y no se le estaría garantizando la protección a los afectados.

“Son población tremendamente vulnerable. Habría que decirle a la ciudadanía que en el caso de niños, niñas y adolescentes, además de comunicar directamente el caso a los cuerpos policiales, sería importante informarle al Consejo de Protección de la localidad para que sea de alguna manera generado un procedimiento que permita identificar lo que pueden ser factores de riesgo, que se incrementan en el caso de niños, niñas y adolescentes desaparecidos”, dice.

Bases de datos de personas desaparecidas

Cuando una persona es reportada como desaparecida, sus datos se suman a una base que tienen los funcionarios encargados de estos casos. Es un procedimiento técnico y parte de la normativa para iniciar las búsquedas.

Pero desde el punto de vista de garantías de protección, según Perdomo, lo que establece es que las búsquedas no cesen y que se hagan a través de distintos medios y utilizando distintos recursos.

“La declaración de una persona como desaparecida implica la prioridad, la urgencia de activar propiamente las acciones de localización, de presentación del caso como un hecho de desaparición, ante las distintas instituciones públicas”, indica.

 Perdomo pone de ejemplo a las personas que hayan tenido un accidente y sean recluidas en un centro hospitalario para brindarle asistencia, pero resulta que esta persona no tenía documentos y el centro no tiene información de esta persona.

“Puede ser una persona que tiene problemas cognitivos y entonces se extravió y no sabe comunicar o dar su información; entonces lo ideal en la mayoría de los países, lo que se plantea es la generación de un dispositivo de búsqueda que articule e integre la información de la que pueden disponer las instituciones de salud, las instituciones de protección, los órganos policiales, los servicios en este caso que puedan brindar organizaciones de ayuda humanitaria para la plena identificación en un momento determinado de esas personas que están declaradas como desaparecidas”, recomienda.

La experta señala que es un protocolo difícil de cumplir porque tiene una complejidad que requiere la colaboración y la capacidad de articulación y de integración de distintas instituciones.

Lo que hace el CICPC

Marco Ruiz, quien trabajó como investigador de la antigua Policía Técnica Judicial (PTJ, ahora Cicpc), dirigió policías como las de Higuerote o Vargas y fue inspector de la extinta Policía de Caracas e indica que, efectivamente, se debe hacer la notificación de desaparición en las 72 horas después del extravío de la persona.

“Los familiares deben agotar los medios de búsquedas, cómo son hospitales, policías, jefaturas, familiares y amigos”, explica a Efecto Cocuyo.

Ruiz indica que, al recibir la denuncia, el funcionario debe enviar la notificación al Sistema de Investigación Policial (Sipol) para dejar solicitada a la persona extraviada. “La solicitud no indica que cometió delito, sino que está extraviada y requerida por un familiar, este es el primer paso”, asegura.

Cómo funciona el protocolo de búsqueda

Ruiz indica que mayormente se les da prioridad a los casos de niñas, niños y adolescentes, enfermos y personas con algún tipo de discapacidad.

“Se inicia la búsqueda desde la última vez que fue visto (a), rutina de paseo, empleo, amistades, novios (as), etc.”, dice el investigador.

El investigador deja claro que los casos de personas extraviadas culminan con la localización física de la persona o del cadáver, en este ultimo caso la investigación pasaría al departamento de homicidios.

“Mi recomendación es primero conocer bien a la persona en el sentido de sus sentimientos, preocupaciones, alegrías, gustos, amistades, amores; ya que estos factores ayudan a la hora de un extravío, ya que estos casos ocurren por voluntad propia, por accidentes, enfermedad repentina y por último problemas personales”, explica.

El exfuncionario señala que actualmente se reportan funcionarios policiales que desaparecen a las personas cuando las detienen y no informan a los familiares o a las instituciones como el Ministerio Público.

 “Señala que hay casos de paramilitares (colectivos) que se hacen pasar por funcionarios y se llevan a las personas de sus casas; entonces esas son desapariciones forzadas, muchas veces los sacan vivo y aparecen muertos en un hospital y simulan enfrentamientos, son muchos casos de circunstancias premeditadas”.

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