Efecto Cocuyo
Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo

22 enero, 2023

Son pocos los carteles que se ven en las calles con fotografías de personas desaparecidas, ahora la mayoría de los ciudadanos buscan en las redes sociales a quienes de un día a otro desaparecieron. Es común ver en Twitter, Facebook e Instagram, publicaciones sobre personas desaparecidas “se busca, urgente, dónde estás”.

En su más reciente informe del año 2022, el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) informó que tuvo registro de 1.370 desapariciones en el país. En promedio casi cuatro personas desaparecieron en un día en Venezuela.

Las cifras del año 2021 también son alarmantes. La ONG registró 1,634 personas desaparecidas en el país.

“Tenemos una tasa de desapariciones importante en el país (…) desaparecen cada día 3,75 personas, podemos decir que casi cuatro personas al día, de pronto, desaparecen, no se sabe dónde están”, señaló Roberto Briceño León durante la presentación del informe anual de la ONG.

Pero de estos sucesos poco se sabe y el Estado no tienen una campaña para explicar qué hacer en caso de que un familiar, amiga u amigo desaparezca sin haber dejado rastros.

El informe del OVV señala que el Distrito Capital, el estado Vargas y Bolívar, fueron las regiones del país donde más hubo denuncias sobre desapariciones, sin embargo, no indica el rango etario, ni el genero de las personas que desaparecieron durante el año pasado.

Gloria Perdomo, educadora, trabajadora social, profesora de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) y coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia, explica a Efecto Cocuyo, que es importante dejar claro o diferenciar que hay situaciones que pueden calificar como desapariciones y que además hay distintos tipos de vulnerabilidades o de riesgos dependiendo de la población.

Características de los hechos

Para Perdomo, hay distintos tipos o características de hechos que pueden ser calificados como desapariciones, en cada caso donde ocurre una situación en la cual una persona no está en su lugar, en el sitio que frecuenta o cuando no está en su casa a la hora que siempre debería estar, se podría calificar ese hecho como una situación de riesgo.

“La pregunta es ¿y cuándo comenzamos a decir que esa persona está desaparecida? o está en una situación de pérdida”, dice.

La experta explica que cuando se habla de desapariciones los familiares perciben que la víctima podría estar en una situación riesgosa y teme un posible daño, un posible riesgo de la integridad personal, de la salud o que la persona termine siendo víctima de un hecho de violencia, de agresión, o explotación, incluso la muerte

Población susceptible a las desapariciones

La coordinadora del OVV señala que hay una población que puede ser más susceptible y vulnerable a las desapariciones:

  • Niños, niñas y adolescentes.
  • Personas que tienen un deterioro cognitivo y puedan tener dificultades para ubicarse en tiempo y espacio.
  • Las personas de mayor edad.
  • Personas con enfermedades como el Alzheimer.
  • Mujeres víctimas de violencia de género.
  • Personas detenidas de manera arbitraria.
  • Miembros de la comunidad LGBTI.

“Las personas de mayor edad, por ejemplo, los ancianos en un momento determinado pueden desaparecer, pueden extraviarse y quizás los familiares ni siquiera han advertido que esta persona estaba teniendo ese deterioro cognitivo, hasta que ocurre un hecho tan delicado como es la pérdida, el extravío, la desaparición, entonces estamos hablando de distintos tipos de hechos en los que ocurren esas desapariciones”, explica.

Para Perdomo, la desaparición de personas clasificadas entre la población más vulnerable debe de considerarse de “altísimo riesgo” porque estos ciudadanos pueden ser víctimas de cualquier situación que coloque su vida en peligro.

Les puede pasar cualquier cosa, puede cruzar una calle y lo atropella un carro, porque no tiene como noción clara del tiempo, en el caso de las personas con deterioro cognitivo, y también los niños y las niñas”, expresa.

Otro tipo de desapariciones

Perdomo agrega que hay otro tipo de desapariciones que claramente ponen aún más en riesgo a las víctimas como es las desapariciones relacionadas a los delitos. La educadora indica que son hechos en los cuales se puede temer que la persona esté siendo víctima, por ejemplo, en un caso de secuestro, de rapto, por parte de personas o de grupos vinculados a la delincuencia.

Explica que en situaciones como la descrita se puede temer por la integridad de la persona. Perdomo señala que un hecho de violencia doméstica, por ejemplo, podría ser detonante para que la víctima huya o se fugue del lugar donde estaba siendo violentada. Para la experta estos son casos muy delicados porque no podría saberse cual sería la consecuencia de esa huida.

La trabajadora social indica que los casos de las personas que son echadas de su casa, que mayormente son adolescentes o personas muy jóvenes, son muy delicados y graves ya que pudiese calificarse como un acto de desamparo y de riesgo que están teniendo los familiares.  

“Hay otro tipo de desapariciones que preocupan mucho y que tienen que ver con las prácticas violatorias de derechos humanos, que en un momento determinado puedan tener o realizar los cuerpos de seguridad del Estado, de los cuerpos policiales, ocultando información sobre el paradero de la persona, haciendo una detención que no se comunica debidamente a las autoridades, en este caso a la Fiscalía o personas incluso que desaparecen y la última ocasión en la que fueron vistas tuvo que ver con la presencia de una comisión policial o de unas personas vinculadas a cuerpos de seguridad del Estado, son hechos que se califican como graves violaciones de derechos humanos”.

Perdomo indica que muchas veces los cuerpos de seguridad ocultan información sobre la detención de algunas personas y este hecho hace que la persona detenida no pueda comunicar a sus familiares que está arrestada o arrestado.

Indica que este tipo de casos debe ser identificados como una forma de desaparición, en las cuales hay una altísima posibilidad de daño a la integridad personal, además de violación a los derechos humanos, puede haber, incluso riesgo y daños a la a la vida.

Procesar la denuncia

Anteriormente se conocía sobre un protocolo de denuncias que establecía que las desapariciones tendrían que ser reportadas en un lapso de 48 y 72 horas contadas a partir del momento en que la víctima fue vista por última vez, pero este protocolo no está tipificado en ninguna ley por lo tanto las personas pudieran ir a reportar una desaparición desde el primer momento, dependiendo siempre del caso y de las vulnerabilidades de la persona desaparecida.

Un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), que prefiere mantener su nombre en anonimato, por temor a represalias, indica que cuando se trata de denuncias sobre personas desaparecidas la policía redirige la notificación al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc), porque luego esta es suministrada al Sistema de Investigación Policial (Sipol).

“Antes duraba 48 horas, ahora depende del caso, si es de inmediato o si se procede a la espera. Eso cambió recientemente. Un Cicpc me aseguró que si una persona era rebelde y tenía historial de fuga de casa allí si se podría esperar las 48 horas, pero si es una persona que nunca llega tarde a casa, que siempre informa dónde se encuentra y que de repente desaparece como si nada, entonces allí si se procesa la denuncia de una”, explicó el funcionario.

Gloria Perdomo, del OVV añade que las denuncias sobre desapariciones se deben hacer de forma inmediata a las autoridades, a las autoridades policiales, a las autoridades de las fiscalías del Ministerio Público, para dar a conocer la situación y explicar el último momento, la última vez que fue vista la persona y en qué condiciones fue la desaparición.

“Lo primero y lo más importante que habría que hacer es convocar a la ciudadanía, esa es la prioridad, claramente como la indicación expresa de informar a las autoridades competentes sobre qué ha ocurrido con esta desaparición que no se conoce el paradero de las personas, no se tiene noticia de ellas, es como la primera o principal decisión que hay que tomar para hacer cesar el riesgo de varios días de desaparición o los riesgos que pueda tener una persona se incremente”, dice Perdomo.

Cómo debe actuar el ciudadano

Para Perdomo es importante que mientras los familiares se comunican con la policía para gestionar la denuncia, se establezca un protocolo de comunicación con los familiares, amigos, vecinos y con las personas de centros educativos, si se trata de un estudiante niño, niña o adolescente, para ayudar con la búsqueda y contribuyan con el suministro de información.

“El presumir que de manera mágica la persona va a aparecer ciertamente no ayuda, lo que procede de manera inmediata, y ahora que tenemos el recurso perfecto como son las redes sociales, es activar la búsqueda con las redes de familiares, amigos conocidos personas que puedan contribuir y activarse en la búsqueda de las personas que no localizan, todos deben contribuir en esa tarea”, añade.

Qué datos debo suministrar a la policía para que se agilice la búsqueda

Cuando se va a realizar la denuncia ante los entes de seguridad del Estado, lo primordial es llevar los datos más relevantes de la persona que está desaparecida para así poder ayudar a las autoridades a que la búsqueda sea realizada con mayor éxito.

Qué debo llevar:

  • El número de cédula de identidad.
  • Explicar si la persona tiene alguna marca de nacimiento o rasgo característico.
  • Los datos básicos fundamentales: domicilio, dónde estudia, dónde trabaja.
  • Lugares que frecuenta.
  • Datos sobre la salud de la persona desaparecida, si toma algún medicamento o tratamiento que de no usarlo pueda poner en riesgo su salud.
  • Una fotografía.
  • El número de celular que ha utilizado la persona en los últimos meses.

“Eso son datos importantes que al momento de ir a reportar la denuncia son relevantes para las autoridades. Eso es lo que corresponde a los familiares”, recomienda.

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