Prensa OVV Aragua

Según el informe anual de violencia 2023, Aragua experimentó un declive 7,8 en la tasa de muertes violentas con respecto al 2022. La emigración forzada, actuación policial y desmantelamiento de bandas, están entre las posibles explicaciones.

Desde el año 2018 el Observatorio Venezolano de Violencia en Aragua (OVV Aragua) realiza el monitoreo sistematizado de los sucesos violentos ocurridos en la entidad, a partir de la revisión de la prensa regional y de los datos suministrados por el equipo central. El propósito de este trabajo es evidenciar y comprender el comportamiento de la violencia, sus diferentes manifestaciones, las tendencias y variaciones en la entidad aragüeña.

Durante el año 2023, el trabajo realizado develó que Aragua obtuvo para este año una tasa de 27,2 muertes violentas ampliadas (TMVA) por cada cien mil habitantes. De acuerdo a este indicador, el estado Aragua ocupa el octavo puesto del ranking del país, por debajo de Distrito Capital, Miranda, Bolívar, La Guaira, Amazonas, Yaracuy y Delta Amacuro, lo que quiere decir que para el 2023 la región experimentó un descenso de 7,8 puntos con respecto a la tasa del 2022 (35). La disminución -de acuerdo al equipo del OVV aragüeño- se debió principalmente al comportamiento de las tasas de muertes por intervención policial y muertes por averiguación.

Los datos revelaron igualmente que los municipios más violentos con tasas superiores a la TMVA del estado, fueron, en orden descendente, José Félix Ribas (JFR) con 32,1; Zamora con 31,5; Francisco Linares Alcántara (FLA) con una tasa de 30,2 y Sucre con 29,1. También se observó que la actividad de la violencia organizada en el estado Aragua, ha disminuido, en gran medida, por los eventos naturales adversos ocurridos el 8 de octubre del 2022 y el desmantelamiento del Centro Penitenciario de Aragua, ocurrido el 20 de septiembre del 2023.

Otros aspectos que intervinieron en el descenso de la TMVA tienen que ver con algunos factores relacionados con el implemento del control de las bandas delictivas organizadas sobre las actividades de la delincuencia común, así como por el incremento de la emigración forzada de jóvenes vinculados con la delincuencia hacia otras latitudes latinoamericanas. Del mismo modo, las MIP disminuyeron a consecuencia del incremento del control de la delincuencia organizada en las zonas de paz.

En relación a la tasa de homicidios, Aragua ocupa el octavo lugar, sin embargo, en el número absoluto de este delito, ocupa el quinto lugar en el ranking nacional después de Miranda, Distrito Capital, Zulia y Bolívar. La situación se explica por la confluencia de una ligera disminución de la actividad delincuencial organizada que se compensa con el incremento del número de homicidios generado por la violencia de género, intrafamiliar e interpersonal.

En cuanto al sexo de las víctimas, 3 de 4 víctimas generales fueron hombres. Con respecto a las víctimas letales, 9 de cada 10 víctimas pertenecen al género masculino, mientras que una de cada dos víctimas no letales fueron mujeres.

En relación al perfil de los victimarios, llama la atención que más del 50% de las victimarias eran las madres de las víctimas.

La violencia delincuencial, la violencia policial y la violencia de género fueron las más frecuentes en el estado Aragua durante el año 2023. Un dato interesante es que en los últimos meses, se ha observado un discreto retorno de la población de jóvenes delincuentes comunes y de bandas organizadas que habían emigrado huyendo de la justicia.

Finalmente, Aragua se encuentra en una situación de silencio expectante en relación al comportamiento de la violencia para el año 2024, ya que las dinámicas contextuales del último año apuntaron hacia la disminución de la actividad delictiva de las bandas organizadas y la delincuencia común, así como, un comportamiento fluctuante de la violencia policial, que ocasionó el aparente desplazamiento y/o migración de los integrantes de las bandas organizadas. Sin embargo, la información recabada de los informantes claves de las zonas de paz, destaca que lo que realmente ocurre es un repliegue temporal y estratégico de las bandas delictivas, quienes parecen esperar el momento oportuno para volver a la acción.