Prensa OVV Sucre

La violencia e inseguridad en el núcleo de Sucre la Universidad de Oriente, se han agravado como consecuencia de la situación política del país.

Así lo advierten estudiantes, profesores, personal obrero, administrativo y dirigentes al analizar no solo las condiciones en las que se encuentra el núcleo de Sucre, campus primigenio de la casa más alta del oriente venezolano, sino en general  los cinco núcleos de la institución fundada hace más de 60 años.

El deterioro que comenzó con el hurto de salones y el daño de los laboratorios, empeoró este año con el desvalijamiento estructural de las instalaciones, el robo de refrigeradores del Laboratorio de Resistencia Bacteriana, el incendio del auditorio de Cerro Colorado y la ocupación arbitraria de las instalaciones del Rectorado ubicado en Cumaná.

“En el núcleo de Sucre tenemos un duelo permanente. La situación ha sido motivo de mucho dolor con el desvalijamiento de las instalaciones, los robos continuos y  el incendio del auditorio de Cerro Colorado, ese lugar donde le damos la bienvenida a los estudiantes cuando ingresan a la casa de estudios y el mismo donde los despedimos como profesionales por lo tanto, es el espacio más importante del núcleo, donde todos somos iguales, donde se hacían foros, además de ser espacio natural para las artes escénicas y cinematográficas, pero fue acabado” declaró Marcy Betancourt, exdelegada de cultura del núcleo de Sucre.

En su opinión, los maleantes tienen que saber que al robar equipos como los microscopios de los laboratorios de ciencias, también se perjudican, porque son los instrumentos de aprendizaje que utilizan los futuros profesionales que le salvarán la vida, que educarán a sus hijos y beneficiarán a sus comunidades.

Inseguridad latente

“La situación de violencia e inseguridad de la UDO Sucre se ha escapado del control de las autoridades competentes  porque los cinco núcleos están expuestos, es decir, ninguno está totalmente cercado y se ha permitido el ingreso de las poblaciones aledañas a la Universidad sin ningún tipo de restricción, lo cual propicia que hagan y deshagan a conveniencia, explicó Luis Suárez, dirigente del movimiento estudiantil “Conciencia Activa”.

Sostuvo que debido a las disposiciones gubernamentales, el servicio de vigilancia seguridad interna quedó desprovisto de la defensa ante el vandalismo y “vemos cómo trabajadores intentan cumplir su labor pero arriesgan su vida y muchas veces se esconden en las instalaciones, mientras el hampa hace lo que le apetece. La respuesta de instituciones como la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi), la Gobernación y la Alcaldía ha sido nula para controlar la violencia e inseguridad pese a que el patrullaje y la instalación de puntos de control que fueron aprobados en los recintos universitarios a través de referendos consultivos universitarios (2014 y 2016), respectivamente, refrendados luego por el Consejo Universitario.

El desarrollo de la UDO ha sido golpeado y la toma del Rectorado el pasado 30 de abril, ha dejado en evidencia “la violación de la autonomía universitaria con oficinas saqueadas, la perdida de años de investigación y el Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV) -patrimonio del país-, devastado por colectivos armados, producto del odio injustificado de quienes no quieren ver a la universidad funcionar” dijo el profesor Dioni Salas.

Lo enunciado comprueba que el deterioro de la UDO no está aislado de la situación país.

“La diáspora ha afectado la población estudiantil, profesoral y laboral. De igual forma la acción delincuencial, violenta los espacios universitarios porque vemos a diario atracos y robos dentro de la universidad algunas veces, con orientación política como es el caso de la toma del Rectorado con acciones que frenan el derecho a la educación de los estudiantes y al trabajo del personal, además de percibirse indiferencia de la comunidad intra y extra muros, en defensa de la autonomía de la casa más alta” aseveró Jesús Subero, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia OVV Sucre.

Sobre la toma del Rectorado, las autoridades universitarias han defendido la autonomía universitaria y exigido la actuación del Ministerio Público para iniciar la investigación del caso que viola los derechos humanos de estudiantes y futuros profesionales.

Nadar contra corriente

Aunque el desánimo ha afectado el desarrollo de la comunidad universitaria que ya no tiene rutas de transporte, servicio de comedor, ni aires acondicionados o perillas en las puertas de los salones, hay quienes nadan contra corriente.

“Los estudiantes recibimos clases en condiciones trágicas, es lamentable que luego de 60 años de progreso veamos el núcleo primigenio desolado, abandonados y pese a ello, resistimos la actividad académica fuera del campus en las casas de profesores, alumnos, plazas y centros comerciales es decir, en cualquier lugar donde se pueda continuar el proceso de formación” agregó Luis Suárez.

Con ello, queda de manifiesto la misión de la UDO fundada para formar profesionales y técnicos necesarios para el desarrollo de la región.

“La UDO es una institución con filosofía democrática, participativa y orientada hacia la plena autonomía, comprometida a dedicar esfuerzos a la formación de recursos humanos competitivos para ese mercado laboral en estos tiempos” indicó la directora de Cultura de la institución, Elizabeth Hernández, quien destacó que la institución tiene presencia en más de un tercio del país, específicamente en la región nororiental y sur de Venezuela.

La UDO está aquí

Para exaltar el sentir udista en medio de las violaciones a la autonomía universitaria, se desarrolló el movimiento denominado la “UDO está aquí, un encuentro con la casa más alta” a través de actividades  culturales y académicas en las comunidades de Cumaná, capital del estado Sucre.

“Estamos vivos, golpeados pero de pie, vulnerados pero con moral alta para que las comunidades recuerden que las vamos a acompañar siempre y que sus hijos pueden ir a la universidad porque la UDO es de ellos es decir, que no son cuatro paredes, sino que en cada espacio hay un udista presto a trabajar en favor de su país y desde el amor y la fraternidad, el pueblo puede contar con nosotros porque a quienes nos odian les decimos que no nos van a quebrantar. La UDO seguirá viva y estamos dispuestos a debatir, pero a la fuerza no nos van a destruir” añadió el profesor Salas.

En opinión de Rosalba Cabeza, habitante de la comunidad de Los Mangles en Cumaná, “toda la población sucrense y oriental debe contribuir al rescate de la universidad para no dejarla perder en manos del gobierno que ha destruido el país” aseveró.