Prensa OVV

Tres observatorios regionales (Nueva Esparta, Bolívar y Táchira), presentaron públicamente datos y análisis de cómo funcionan las redes de trata en las zonas fronterizas del país.

Táchira, Bolívar y Nueva Esparta, son tres regionales venezolanas que comparten algo en común: son  puntos de salida hacia destinos internacionales. Debido a la precariedad en el control o vigilancia en estas tres regiones fronterizas, las redes de trata de personas encuentran condiciones favorables que permiten evadir a las autoridades y trasladar a las víctimas, a través de esas zonas,  hacía otros lugares fuera del país. El delito en cuestión, es definido según la Organización de Nacionales Unidas (ONU) como “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación”.

Una de esas regiones donde el Observatorio Venezolano de Venezolano de Violencia (OVV) tiene presencia es en el estado Bolívar. Según los datos emitidos por la coordinadora en la región, Eumelis Moya, el mayor porcentaje de víctimas de la trata de personas se encuentra en mujeres (75%), seguidas por niños, niñas y adolescentes (25%) y hombres (24%).

La investigación levantada en la región,  determinó que las principales víctimas de las redes de trata de personas son mujeres y adolescentes. Se evidenciaron numerosos casos de rapto de mujeres con fines de explotación sexual, aprehensiones de los victimarios y desmantelamientos de redes de trata, además de  producción de contenido de carácter sexual. Los casos evidencian que hay todo un proceso de captación, traslado, explotación y albergue en el país destino de todas estas jóvenes raptadas.

Otra zona que ha estado propensa al cultivo de este delito es  el estado Táchira, donde el OVV igualmente tiene representación. Allí se levantaron, a través de la revisión de prensa, datos interesantes sobre el avance de bandas dedicadas a la trata de personas. En este sentido, Ximena Biaggini, investigadora del OVV Táchira, presentó un extenso número de casos de detenciones realizadas por cuerpos de seguridad, que estuvieron vinculados con el tránsito de víctimas al extranjero a través de la frontera en el Estado Táchira. Explicó  que en agosto de 2022, dos jóvenes de 16 y 18 años, oriundas de Guanare fueron rescatadas de un hotel en San Antonio del Táchira, con un saldo de 3 detenidos, que se encargaban de trasladar a las víctimas desde su lugar de residencia hasta el estado Táchira -bajo engaños de trabajos donde ganarían altas sumas de dinero-, a países como Chile, Colombia y Perú, donde serían sometidas y explotadas sexualmente.

Igualmente narró la investigadora como en enero, el medio de comunicación La Nación, publicó en su portal el caso de un hombre que fue detenido en un hotel ubicado al lado del Terminal de Pasajeros de la capital Tachirense, tras concretar una cita con una joven mujer que captó a través de las redes sociales, ofreciéndole un contrato como modelo internacional, presumiéndose que la trasladaría al extranjero y la convertiría en una esclava sexual. Las autoridades declararon que lo detuvieron en el acto y encontraron pruebas contundentes que lo vincularon como miembro de una banda dedicada a la trata de blancas en la frontera. Esta banda reclutaba a niños, niñas, adolescentes y mujeres, prometiéndoles trabajos fáciles y contratos lucrativos, para luego llevarlos a países extranjeros donde eran sometidos a abusos sexuales, esclavitud y prostitución mediante amenazas de muerte y coacción.

Captación por redes sociales

En relación a la forma cómo es el proceso de captación de víctimas, estas redes utilizan el engaño a través de las redes sociales para captar a las víctimas; crean falsas agencias de talentos, agencias de modelaje y captación de talentos deportivos. Estas organizaciones  ofrecen oportunidades laborales engañosas, prometen experiencias de vida exitosas y salarios atractivos. Sin embargo, una vez que las víctimas firman los contratos, las condiciones prometidas no se cumplen. En algunos casos, estas personas son divulgadas en redes sociales para ser reclutadas en redes de prostitución o pornografía.

La investigadora Biaggini describió que el 18 de noviembre de 2022, 2 adolescentes de 16 y 17 años, que iban a ser transportadas hasta territorio extranjero con fines de explotación sexual, fueron rescatadas en el Terminal de pasajeros “La Bandera” en Caracas. Dos hombres fueron arrestados por su participación en una red de trata de personas. Uno de ellos se encargaba de obtener y tramitar boletos para menores de edad sin el consentimiento de sus padres, siguiendo las instrucciones de otra persona en el extranjero. El otro hombre, empleado del terminal de pasajeros, se encargaba de ubicar una unidad que llevaría a las víctimas hasta San Antonio del Táchira. Allí, serían recibidas por otra persona que las llevaría a Perú, Chile y Ecuador bajo el engaño de una oferta de trabajo. Una vez en esos países, les retenían  sus documentos venezolanos y su celular, con la finalidad de prostituirlas y lucrarse en perjuicio de las víctimas.

Asimismo, la investigadora agregó que una joven tachirense de 15 años, reportada como desaparecida el pasado 1 de febrero por su familia, encendió las alarmas de las autoridades al ser hallada seis días después, por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), «algo desorientada», en el Puente Internacional Simón Bolívar.

Sobre este punto, Eumelys Moya, coordinadora OVV Bolívar, explicó que las víctimas de estos contratos engañosos son sometidas a perder su identidad y contacto con familiares. “Luego que tienen a las personas convencidas con el tratado, les quitan sus documentos, son obligadas a prostituirse y dejamos de saber de ellas”, expresó.

Hilda Mendoza, Coordinadora OVV Nueva Esparta, señaló que también se ha evidenciado cambios en la edad de las víctimas, la distorsión familiar y el vacío institucional.  Agregó que en los casos que han ocurrido desde 2021 -en Nueva Esparta-, “se ha observado repetidamente el uso de las redes sociales como un medio para reclutar a las víctimas mediante la creación de perfiles falsos, así como para ofertar los servicios sexuales a los clientes” dijo.

La representante del OVV Nueva Esparta, detalló que el 9 de agosto de 2021 fue detenido en Anzoátegui un exjuez del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) acusado de liderar una banda de trata de adolescente para su explotación sexual en Nueva Esparta. El hombre de 50 años se hacía pasar por un joven de 14 años en Facebook para captar a sus víctimas.

Añadió que, en otro evento, el 29 de octubre detuvieron en el municipio Maneiro -Nueva Esparta- a una mujer de 26 años, quien captaba a sus víctimas a través de Facebook, Instagram y WhatsApp con la promesa de darles trabajo en Trinidad y Tobago.

No fue la primera vez que se vio un caso similar en Maneiro, en 2019, el CICPC detuvo a un hombre de 35 años por liderar una red de explotación sexual de mujeres. El modus operandi fue la utilización de anuncios en diarios impresos y plataformas digitales para realizar ofertas engañosas de trabajo.

En otro extremo del país, en San Antonio del Táchira, rescataron a dos jóvenes de 15 y 16 años oriundas de Miranda y detuvieron a dos miembros de una organización que se encargaba de llevar a las jóvenes hacia Colombia por las trochas. Las víctimas fueron captadas por una mujer a través de Facebook, donde les ofreció trabajos como comerciantes; sin embargo, el destino era ser explotadas sexualmente. Se conoció que las víctimas fueron contactadas por una excompañera de estudios, quien las convenció de emigrar a Colombia.

En ese mismo estado, esta vez en La Fría, Municipio García de Hevia, detuvieron a 2 hombres que captaban mujeres entre 15 y 25 años de edad, ofreciéndoles trabajos en territorio colombiano -bajo otra modalidad-. La abogada Ximena Biaggini describió que para ello concertaban citas, en las que procedían a tomarles fotografías, para luego publicarlas en redes sociales, con el propósito de que terceros las visualizaran y solicitaran sus servicios, exigiendo entre 40 y 50 dólares americanos, por encuentros sexuales o transmisiones en vivo a través de plataformas digitales. “Igualmente trasladaban a las víctimas a un bar ubicado en Puerto Asís, Colombia; donde eran explotadas sexualmente”, explicó.

Producción de contenido audiovisual

A partir del monitoreo de los casos, el equipo de OVV Nueva Esparta encontró una tendencia a la producción de contenido audiovisual de tipo pornográfico, “grabaciones caseras” que luego se distribuyen y venden a través de las redes.

Desde hace más de diez años, se han registrado este tipo de casos, los cuales se han visto amplificados y difundidos de manera más rápida y accesible debido al avance de las nuevas tecnologías y las redes sociales.

El 22 de junio de 2021, se desmanteló una red de pornografía en Porlamar, luego que detuvieran a un hombre de nacionalidad peruana y una mujer venezolana. La pareja obligaba a sus víctimas a realizar grabaciones con contenido sexual para luego vender las fotografías y videos en sitios web. De la misma forma, se rescató a una joven de 20 años, obligada por estos sujetos a mantener relaciones sexuales que eran grabadas y utilizadas como contenido pornográfico.

Mujeres tratantes

La coordinadora del OVV Nueva Esparta, explicó que en estos casos, se ha observado la implicación de mujeres como tratantes, lo que significa que no solo son víctimas, sino que también asumen un rol activo como reclutadoras e incluso líderes en este negocio.

“En octubre de 2021, detuvieron a una mujer de 26 años que captaba a otras jóvenes, le ofrecía trabajo en la isla de Margarita y en el exterior. De manera similar, en junio de 2022, fueron detenidas 2 mujeres por explotar sexualmente a niñas entre los 12 y 16 años en Juangriego”, señaló Mendoza.

Madres que se convierten en victimarias

Hilda Mendoza, igualmente  hizo énfasis en que, en estos delitos, las madres de familias se convierten en las victimarias de estas jóvenes, sometiéndolas a la prostitución como forma de supervivencia, a prestar servicios sexuales a cambio de dinero para poder alimentarse. En algunos casos, las madres también se dedican a la prostitución. “Un caso de este tipo sucedió en agosto de 2022 cuando una mujer fue detenida en Porlamar porque ofrecía a su hija de 13 años y a amiguitas de la adolescente para servicios sexuales a cambio de dólares”, declaró.

La situación no es expresa de Nueva Esparta, en el Estado Bolívar -según Eumelis Moya- se evidencian victimarios dentro del núcleo familiar, casos de niños sometidos a mendicidad y explotación laboral, y de igual modo, matrimonios tempranos donde los padres entregan a sus hijas a hombres adultos a cambio de beneficios.

Rutas para la trata

Estos Estados fronterizos tienen una característica particular, para las redes de trata, pues   funcionan como origen y tránsito a destino. La abogada Moya, explicó cómo personas de otros estados y de otros países van a Bolívar, especialmente a los municipios del sur como El Callao, Sifontes y Roscio; debido a la explotación minera. Por el paso fronterizo llegan al estado, en tránsito. “No queriendo quedarse en la entidad sirve de paso para llegar a otros lugares. Utilizan a Bolívar para llegar al Delta del Orinoco, salida al mar y así emprender otro rumbo como Anzoátegui, Monagas, Caracas, Valencia, Zulia” agregó.

En relación a la situación en Nueva Esparta, por su ubicación geográfica, puede servir como enlace no solo para zonas cercanas como Trinidad y Tobago sino también para destinos más distantes. “En la actualidad el fenómeno de la trata no se vincula directamente con el turismo sino con otras formas de sobrevivencia y nuevos vínculos con el fenómeno de la migración”, señaló Mendoza.

En una información publicada en el Diario Tachirense en 2021, el Fiscal General de la Nación, Tarek William Saab, se refirió al estado Táchira como uno de los puntos utilizados para el movimiento de las víctimas a otros países, anunciando en ese momento la detención de 26 personas involucradas en este tipo de delito.

En suma, estas tres regiones (Nueva Esparta, Bolívar y Táchira) tienen en común el hecho de ser puerta de salida internacional hacia otros destinos. Estas condiciones geográficas, permiten que sean concebidas como puentes para que la trata de personas se convierta en delitos de difícil control.

El foco de atención está dirigido hacia las adolescentes y mujeres jóvenes de edades comprendidas entre 13 y 25 años. Estas redes de trata emplean tácticas engañosas en las plataformas de redes sociales como: Whatsapp, Facebook e Instagram, para atraer a las personas que luego se convierten en víctimas.

El modus operandi de estas redes que se valen de supuestas agencias de modelaje, talento y deporte es la oferta de trabajos y salarios engañosos, que resultan atractivos para jóvenes que aún están en etapa escolar y no cuentan con ingresos propios. Para cumplir con el objetivo, los victimarios buscan establecer contacto con las potenciales víctimas, convencerlas de que es una buena oportunidad de trabajo, trasladarlas fuera del país con boletos clandestinos -en caso de ser menores de edad- y, posteriormente secuestrarlas y someterlas a trabajos sexuales como la prostitución o la producción de contenido pornográfico. Se han descubierto otras situaciones en las que se fomenta la explotación, como el caso en el que las madres participan en la explotación de sus propias hijas.

La lucha contra la trata de personas debe ser una prioridad en Venezuela, con medidas para prevenir y combatir este delito, así como brindar protección y apoyo a las víctimas. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ofrece iniciativas para hacer frente a la trata de personas e información sobre cómo ayudar a las víctimas de este delito.

Aurimar Gonzales (Pasante ULA – Mérida)