Prensa OVV Lara

Desde el retorno a la presencialidad a las aulas de clase en marzo pasado, se registran entre 5 y 10 denuncias de violencia escolar diariamente en la sede de la Defensoría Pública de la Zona Educativa del estado Lara. El Observatorio Venezolano de Violencia en Lara (OVV Lara), entrevistó a un funcionario de la Zona que pidió mantener en reserva su nombre. “Acá acuden constantemente representantes de los niños, maestros y los directivos de las escuelas y colegios privados de la entidad”, afirma el empleado público.

Otro hecho significativo de este período de retorno a clases, son los 20 casos de intento de suicidio, la mayoría de adolescentes. Los hubo en varios municipios del estado Lara, y 10 de ellos se registraron en Iribarren, cuya capital es Barquisimeto. “Todos fueron remitidos al Programa de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes en Circunstancias Especialmente Difíciles (Panaced), con el fin de garantizar el acompañamiento”, dijo el funcionario.

A su juicio, los casos de intento de suicidio y autoflagelación, tienen sus causas en la exposición de los niños, niñas y adolescentes a situaciones de riesgo psicológico y social, el maltrato físico y el abuso sexual, experimentados en las instituciones educativas y en los hogares. El funcionario explicó que dependiendo del grado de violencia y su victimario, la denuncia es procesada ante los cuadrantes de paz, el Consejo de Protección, el Consejo Municipal de Derecho del Niño o la Fiscalía. Estos datos no son de acceso para los medios de comunicación.

El empleado de la Zona Educativa recordó que el retorno a clases ha sido progresivo. Primero, se incorporaron los colegios privados; mientas que las instituciones públicas lo hicieron de manera gradual. “Luego de dos años de ausencia por la pandemia, la vuelta a la presencialidad llegó con violencia y agresividad manifestada a través de ataques físicos y verbales entre los muchachos”. En las escuelas y colegios, afirmó, hay registros de violencia escolar, dentro y fuera de los establecimientos, en los que están involucrados estudiantes, profesores y representantes.

Los tipos de violencia que registran en la Zona Educativa en el estado Lara fueron agresiones con golpes y objetos contundentes, y acoso verbal. En la entidad, dijo el funcionario, son escasos hechos de violencia con armas de fuego o cortopunzantes.

Violencia Intrafamiliar luego de 18 meses de confinamiento

Para el sociólogo Carlos Meléndez, coordinador del OVV Lara, el incremento de la violencia escolar, tiene su explicación en diferentes causas. La primera, en el manejo de la autoridad y la convivencia, las cuales fueron modificadas, en el caso venezolano, por más de 18 meses de ausencia de las aulas. “La adaptación a las relaciones presenciales, tensionó y generó algunas situaciones de conflicto, no solo en las escuelas en Venezuela, sino en toda América Latina. El manejo de la autoridad y el control de los salones en la relación alumno-profesor y alumno-alumno”.

Igualmente, indicó que al caso venezolano se le añade la violencia intrafamiliar que ha ascendido desde 2016, los niños, niñas y adolescentes (NNA) llegaron a los salones luego de haber experimentado formas de violencia de distintos niveles. “Luego de la pandemia se acrecentó esta situación, porque la convivencia entre las familias se hizo más próxima y con ella las privaciones que ha experimentado en los años de crisis humanitaria. Esa violencia intrafamiliar tiene sus expresiones en el maltrato físico, emocional, psicológico y en algunos casos hasta sexual. Es así, que después de 18 meses los niños, niñas y adolescentes, se vieron expuestos a más violencia y al llegar nuevamente a las aulas de clase, pueden estar manifestando esas prácticas que experimentaron en sus hogares”, explicó Meléndez Pereira.

Asimismo, la vuelta a la presencialidad, a juicio del coordinador del OVV Lara, no contó con un diagnóstico que previniera lo acontecido. “Así como no ha habido política para atender la violencia intrafamiliar tampoco la hubo para planificar adecuadamente el retorno a la presencialidad. Las acciones asumidas fueron post mortem y bajo un formato punitivita que ha fracasado en otros momentos” afirmó. “Crear una ley, que penaliza a las víctimas, no ofrece garantías de cambio. La Fiscalía General de la República, espectaculariza la búsqueda de la justicia y castiga a directivos y docentes de instituciones educativas encargados de la educación de los menores y que además se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad y pobreza por las precarias condiciones de vida”, dijo.

Ley de Convivencia Pacífica Escolar para mitigar la violencia

Según reportes de prensa y en la cuenta de Twitter del fiscal general, Tarek William Saab, en Venezuela se contabilizaron 74 casos de acoso escolar entre los meses de enero y abril de 2022, de los cuales, casi todos fueron procesados por el Ministerio Público. Estos hechos promovieron la creación de la Ley Convivencia Pacífica Escolar, con la cual se espera controlar los altos niveles de agresividad en las instituciones educativas.

Para el funcionario de la Zona Educativa del estado Lara, la Ley, cuyo proyecto fue aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional en abril, permitirá afrontar la situación con más claridad. “Los directivos y docentes deben manejar su contenido con el fin de ofrecer protección y prevención de cualquier forma de acoso escolar, resguardando la integral a las víctimas directas e indirectas. De lo contrario, pueden ser sancionados por corresponsabilidad de acciones violentas”, aseveró.

Docentes no denuncian por miedo a la Ley

Algunos directivos de instituciones educativas fueron sancionados por no denunciar casos de violencia. “Representantes de los planteles estuvieron presentes durante esos hechos y no actuaron para evitarlo, eso, según la Ley de Convivencia Pacífica Escolar, los haría corresponsables de las agresiones. Estarán obligados a ser garantes de la paz y denunciar situaciones de cualquier tipo de violencia dentro y fuera de las sedes. Ahora no lo hacen por temor a lo que pueda ocurrirles”, explicó el empleado de la dependencia regional del Ministerio de Educación.

Sobre este tema del acoso y violencia escolar, el Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), elaboró un informe en el cual detalla que la comunidad educativa, en especial los docentes, manifiestan preocupación, miedo, ansiedad e inseguridad, emociones de una lógica represiva del Estado contra los educadores.

Carlos Trapani, quien es el coordinador de Asuntos Legales de Cecodap, explicó que la ley debe estar acompañada de estrategias psicosociales relacionadas a la prevención, promoción, discusión de políticas públicas sobre la violencia en las escuelas, de lo contrario no tendrá efectos positivos porque presenta debilidades: “La ley por sí sola no va a transformar la sociedad”.

Por su parte, Nancy Hernández de Martín, integrante del equipo directivo de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres), explicó en una entrevista emitida por la emisora Fe y Alegría, que la aprobación en primera discusión de la Ley de Convivencia Pacífica Escolar, salió de “manera apresurada”, luego de la declaración de fiscal general. “Esa Ley tiene muchas ambigüedades. No cuenta con ninguna cualidad pedagógica; no aporta nada nuevo. No incluyó ninguna cita de la Ley Organiza de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopna) y además es una ley especial, no puede estar por encima de una ley orgánica”, dijo.

Normalizar la violencia

Para los investigadores de Cecodap, el acoso escolar ha estado presente desde hace muchos años. No obstante, el hecho de que los niños, niñas adolescentes, permanecieran en sus hogares debido a la pandemia, causó otros traumas psicológicos y sociales que fueron trasladados a las instituciones educativas, lo que ha agravado la situación.

El funcionario de la Zona Educativa coincide con el análisis de Cecodap. “Era de esperarse que la salud mental de los niños, niñas y adolescentes estuviera alterada por factores emocionales que se reflejan en su comportamiento ocasionado por el confinamiento y las situaciones dentro de sus hogares”.