Luisa Pernalete

“Si van a tener clases, pero sólo tres días a la semana y van a salir más temprano”, eso fue lo que me dijo la mamá de Beatriz, de 7 años,  que estudia primer grado en una escuela pública en el Municipio San Francisco (Zulia): ¡Tres días a la semana porque tuvo la mala suerte de quedar en el turno de la tarde! Es probable que otros estén en peores condiciones. Algunos no estarán teniendo ni un solo día, porque después de las 2, clases no hay.

María, de 14 años, estudia 2 año de bachillerato en un liceo de Yaritagua. “Los miércoles ahora no tenemos y  hay varias materias en las que no tenemos profesores, así que no sé cómo vamos a hacer. A veces vamos y nos devuelven de una vez. Es un fastidio”, comenta la adolescente.

En Guayana hay menos problemas de apagones durante el día, sin embargo por tuitter se informó al país que en todo el territorio nacional, debido al problema eléctrico, el horario escolar seria hasta las 2pm… medida  por tiempo indefinido. ¿Entienden la lógica? O sea que la medida también le toca a Guayana…

Hay que decir que los planteles afiliados a la AVEC, de la cual forman parte las 174 centros educativos de Fe y Alegría, ha mantenido actividades vespertinas con plan de ahorro energético, como se le hizo saber a las autoridades del Ministerio de Educación, me gustaría pensar que eso lo han hecho otros actores.

Es verdad que la rutina escolar no ha sido alterada sólo hace dos meses, con la crisis de la electricidad. No olvidemos que desde hace varios años que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes no tienen rutina escolar: o sea, clases todos los días, horarios fijos, nada de un día dos no, un hora sí y la otra no se sabe… Los estudiantes han estado faltando a clases por varias razones: la falta de alimento – la letra con hambre no entra -; por falta de transporte o de efectivo para pagarlo; dificultad para tener uniformes y útiles (aunque se ha flexibilizado lo de los uniformes); la falta de docentes, que renuncian porque no pueden vivir con los salarios actuales que se los come la hiperinflación; la desmotivación sobre todo en los más grandes; y, finalmente, las suspensiones  por órdenes de las autoridades cuando se han celebrado  eventos electorales  – una semana por elección, único país en donde se pierde clases por esa razón-; y ahora, también por órdenes de las autoridades, para ahorrar energía… ¿Se ha pensado que los niños que están  el turno de la tarde, en los estudiantes de bachillerato que suelen tener clases también en las tardes, también tienen derecho a la educación?

La rutina escolar no sólo es importante porque a la escuela se va a aprender, y los alumnos necesitan a sus maestros para ello; también es necesaria para que la escuela cumpla con su función socializadora. La relación con sus compañeros no se puede sustituir con tareas para la casa, clases virtuales – las cuales además, dado el problema de conectividad y dado que no todos los alumnos tienen equipos e internet en sus casas, no es alternativa tampoco- La rutina escolar es necesaria para adquirir hábitos, disciplina para  su vida…

En Venezuela no hemos tenido terremotos, ni tsunamis, no hay conflicto bélico – aunque tengamos muchas armas en la calle, y las tasas de muertes violentas más elevadas del mundo en país sin conflicto bélico – sin embargo estamos viviendo  como si hubiésemos sufrido un desastre natural o hubiese guerra. La interrupción de la rutina escolar es consecuencia de desastres o guerras… Difícil explicar que en Venezuela se deja de trabajar por órdenes superiores. “Prohibido trabajar”

Los derechos de los NNA son Prioridad Absoluta, según nuestras leyes vigentes (lo repito cada vez que puedo: Artículo 78 de la CRBV y artículo 7 de la LOPNNA, ambas vigentes). Hay que recordar también que  sin educación, los niños, niñas y adolescentes no tendrán futuro ni tienen presente. Sin educación no hay futuro para el país. Hay que recordar que unos niños sin clase, no solo se aburren, sino que quedan además son más vulnerables ante amenazas del delito organizado – que recluta cada vez niños y adolescentes más temprano -. Añádase que hay mucho “niño dejado atrás”, si estos van a su escuela, al menos tendrán la protección afectiva de sus compañeros y maestros.

Y finalmente, ¿no creen ustedes que si con este horario impuesto para ahorrar  electricidad, no se gasta más energía con cada niño en su casa? Aun sacando estas cuentas, sin fijarnos en el resto del daño que se hace, sería más ahorrador tener clases que cerrar escuelas. A veces se pregunta uno si es que el año escolar no importa. Pues a nosotros si nos importa, a toda la sociedad venezolana le debería importar, y a las autoridades también les debería importar.