Prensa OVV Mérida

La cuarentena decretada por el gobierno nacional, a raíz de la pandemia por el Covid-19, ha representado para gran parte de la población un confinamiento rodeado de necesidades y carencias. Por supuesto, este confinamiento trae para muchos un efecto anímico que, de no controlarse, podría afectar a quienes están en el encierro.

En el mes de abril, en la población de Santa Cruz de Mora, un hombre de 39 años se quitó la vida, aparentemente producto de una depresión. De acuerdo a la reseña de los medios, la víctima se ahorcó en su residencia luego de sobrellevar una depresión por no poder salir a trabajar como obrero. Por otro lado, información emanada desde el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (IAHULA), a través de una fuente que por razones de seguridad no quiso identificarse, confirmó que durante las últimas dos semanas se han atendido dos casos por intento de suicidios en el área de psiquiatría. Fueron dos mujeres, una embarazada que, por no tener la manera de atender a ese hijo que viene en camino, atentó contra su vida. El otro caso se trató de una mujer con trastornos mentales afectada por el encierro.

Gustavo Páez, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Mérida (OVV Mérida), manifestó su preocupación por cuanto afrontar una cuarentena en un país como Venezuela, sumergido en una profunda crisis económica, social y política, no es tarea sencilla. “Estamos en un país donde las familias no pueden contar con ahorros y existe una de las inflaciones más elevadas del mundo, donde no se puede acceder a alimentos en cantidad y calidad, bien sea porque sus ingresos mensuales no le alcanzan o porque son escasos. A eso se le agrega que los servicios públicos esenciales están lejos de funcionar de manera óptima, además que una gran parte de las familias sobreviven por medio de empleos informales. Con estas circunstancias, entre otras, es muy difícil sobrellevar una medida de cuarentena”, explicó Páez.

La preocupación del OVV no sólo viene dada por las circunstancias presentadas en Mérida. Sin ir muy lejos, en el vecino estado Trujillo, durante una semana hubo tres suicidios, según reportes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de esa entidad y que fueron reseñados por los medios regionales. La información suministrada por el cuerpo de seguridad fue que, en todos los casos, estuvo presente la depresión como causa principal, acentuada por el encierro obligatorio y precarias condiciones económicas.

Cabe señalar que en una investigación reciente desarrollada por el OVV Mérida, titulada “Una aproximación al estudio del suicidio en Venezuela”, el estado Trujillo resultó ser la entidad con la mayor tasa de suicidios del país, después del estado Mérida. “Lo ocurrido en Trujillo es una muestra más de lo que podría seguir aconteciendo en diferentes estados de Venezuela. Están dadas las condiciones para que se generen pensamientos y emociones negativas en los venezolanos, que lleven a muchos a padecer cuadros depresivos y de ansiedad que los conduzcan a tomar decisiones equivocadas”, enfatizó Páez.

A manera de prevención

No caben dudas que las condiciones, tal como lo ha dicho el representante del OVV Mérida, están dadas para que los cuadros de angustia se presenten, casi de forma natural. Ya muchos especialistas se han adelantado a avizorar situaciones que pondrían en peligro la salud mental de quienes están confinados en sus hogares a causa de la pandemia.

En opinión de Páez, es necesario que la población no caiga en desesperación, aun cuando está claro que la situación que se vive no es sencilla. “El llamado es a la calma y la cordura. Es necesario tener pensamientos positivos, pues la cuarentena es una realidad temporal que hay que aprender a sobrellevar. Una manera es encontrar alternativas que llenen nuestra atención hacia algo más productivo y placentero. En caso de necesitar ayuda, es conveniente buscarla con los profesionales. Siempre es necesario que la familia esté pendiente de quienes presentan actitudes depresivas y de desánimo dentro del hogar”, señaló Páez.

Precisamente para proporcionar ayuda profesional a quien lo requiera, se está atendiendo, durante la cuarentena, en la Unidad Psiquiátrica de Agudos (UPA) ubicada detrás del Hospital Sor Juana Inés de la Cruz, cuya atención para casos de emergencia es de 24 horas al día. Cabe destacar que este centro asistencial está situado en la avenida Las Américas, en las inmediaciones del Ambulatorio Venezuela.

En el país, se han activado varios grupos de apoyo que ofrecen ayuda a quienes lo necesitan. Por ejemplo, la Federación de Psicólogos de Venezuela está ofreciendo ayuda gratuita a la población; de hecho en su página www.fpv.org.ve ofrece una guía de apoyo emocional en tiempos de Covid-19. Dicha publicación ofrece tips para sobrellevar la cuarentena. Entre otros muchos consejos, la organización recomienda informarse sobre la enfermedad y sus consecuencias, pero no saturarse de información que pueda afectarle. Otro aspecto importante -se deja ver en las recomendaciones- es que se debe estar consciente que éste es un período transitorio y que el confinamiento no será para siempre. Es importante -dice la guía- que las personas identifiquen los pensamientos que puedan generarle malestar y se tomen las acciones que le hagan sentir mejor. En la cuenta de twitter @fpv_vzla, la federación ofrece ayuda permanente a través de la línea 0212-416.31.16 o 0212-416.31.18.

Atención Psicológica es una iniciativa auspiciada por la Unión Europea, el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP) y la Cruz Roja Internacional, para atender, bien sea a través de WhatsApp, mensaje de texto o llamadas, todos los días de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. En este programa se ofrece apoyo emocional y orientación profesional para toda Venezuela. Los números de atención son 0414-735.14.86 o 0416-720.70.96.