Prensa OVV Lara

A través del monitoreo de medios del Observatorio Venezolano de Violencia en Lara (OVV Lara) se obtuvo que durante los últimos nueve meses de 2021 -entre enero y septiembre-, la violencia basada en género (VBG) fue el motivo de 37 casos que corresponde a 13%, del total de los delitos registrados.

La VBG es una modalidad de violencia que está determinada por el sexo de la víctima, tratándose mayoritariamente de mujeres. La vulnerabilidad de las personas objeto de ataques se hace mayor por razones culturales, lo que ayuda a comprender cómo es que la VBG se expresa en la coerción, sometimiento, agresión verbal y física, y en el caso extremo como en Venezuela y otros países de la región, en el feminicidio.  

Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la VBG es cualquier acto que perjudique a una persona, basado en su género: hombre o mujer, ya que la lesiona física, sexual o psicológicamente al amenzarla, coaccionarla y hasta privarla de libertad.

Azoreiny Bracamonte, coordinadora del Servicio Psicosocial y Legal de la Asociación Larense de Planificación Familiar (Alaplaf), explica que las formas más comunes de VBG en el estado Lara son la sexual y el acoso, y, en menor medida, el feminicidio. “Ese tipo de violencia es como un afán del agresor de tener el control hacia la otra persona. Es la manera de ejercer poder y dominar, oprimir y demostrar sumpremacía; es decir, busca sometimiento de quien la sufre”, asegura.

En los primeros días de septiembre de 2021, la ONG Centro de Justicia y Paz (Cepaz) presentó las cifras de feminicidio en Venezuela: 177 hasta ese mes. El estado Lara, ocupa el segundo lugar en los hechos de este tipo registrados en el país con 15,4%. Para Bracamonte, estos datos deben ser un llamado de atención a las autoridades y a la sociedad en general para que la VBG no se naturalice y termine justificándose. 

A pesar de estas cifras, hay muchos casos que no son denunciados. “Se tiene la percepción general de que desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, hubo un incremento de casos de violencia intrafamiliar y de VBG, pero para nosotros, en Alaplaf, no es así. Viene de mucho antes. Vemos con preocupación que la violencia intrafamiliar y la basada en género se ha naturalizado, sobre todo en las comunidades más pobres, a pesar de que los movimientos de Derechos Humanos están muy activos en el país y en la región en búsqueda de cambios en este sentido”, dijo Bracamonte.

Pocas denuncias

En 2020 y 2021, Lara no ha sido excepción de las consecuencias de la pandemia y la crisis económica, política y social en Venezuela. “Estos factores impactan, dando como resultado más violencia intrafamiliar y VBG. En Alaplaf, organización no gubernamental que tiene como objetivo ofrecer apoyo psicológico, legal y de salud a las mujeres de la región centroccidental, vemos con preocupación que las víctimas no están denunciando las agresiones a las que se les somete”, expresó la especialista.

Muchas de las mujeres víctimas de la VBG que van a Alaplaf, temen por su vida y la de sus hijos. “Hay miedo a denunciar, además de la desconfianza a los organismos del Estado que deberían atender estos casos. Cuando vienen acá, y expresan sus inquietudes, vemos que es una constante el temor a sus agresores y la sensación de indefensión”.

“Los agresores suelen ser sus compañeros sentimentales o un pariente cercano. Por eso, las mujeres consideran que están vulnerables a posibles represalias; eso limita su accionar, las inhibe de hacer la denuncia y de buscar ayuda profesional. En muchos casos, dejan que el tiempo pase creándose la esperanza de un futuro mejor que nunca llega”, destacó la representante del Servicio Psicosocial y Legal de Alaplaf.

Las víctimas, en algunas ocasiones, experimentan sentimientos de vergüenza, sienten como una culpa lo que están viviendo, por ello deciden callar. “Viven el ciclo de la violencia sin reconocerlo, solo experimentan agotamiento físico, psicológico y depresión. El temor de perder a sus hijos y el sustento económico, son algunas de las consecuencias de la VBG. Muchas no tienen las herramientas para salir de ese proceso, es como un círculo vicioso”, explicó la especialista.

El gobierno tampoco cumple su función

Para Bracamonte, los representantes del gobierno no deben estar ajenos a esta situación, que se agrava con la impunidad. “Hay mujeres que han ido a denunciar y no han sido tomadas en cuenta; en muchas ocasiones, los funcionarios se burlan de ellas o justifican la agresión”, dijo Bracamonte.

El debilitamiento de las instituciones de justicia en Venezuela favorece a la VBG. Esa situación es violatoria de los Derechos Humanos. Algunas ONG que trabajan en esta materia, como Mujer tu voz tiene poder, han solicitado al Ministerio Público la capacitación al personal que atiende casos de VBG.

Desde el OVV Lara, se exhorta a afrontar este grave problema y se recuerda que en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se promueve la construcción de un Estado democrático, social y de derecho, en aras de la justicia. En el año 2014, el Estado  promulgó la Ley Orgánica sobre el Derecho a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual no garantiza su aplicación. En el artículo 9, resalta que el Estado debe ofrecer medidas de seguridad y protección cautelar para salvaguardar la vida, la integridad física, emocional, pcicológica y de bienes patrimoniales de las mujeres víctimas de violencia. También, en el artículo 4, destaca que las mujeres víctimas de violencia de género tienen derechos a servicios sociales de atención, de emergencia, de protección, de apoyo y acogida para su recuperación integral. Esto no se cumple por parte del Estado.

“La violencia de género en este contexto venezolano se ha agravado por la pandemia, pero también existen factores multicausales que no garantizan la protección por parte del Estado. Es necesario el abordaje integral de la Ley Orgánica sobre el Derecho a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con la incorporación de elementos que generen  oportunidades en las áreas: económica, social y cultural. Además, implementar una campaña de sensibilización y cambios de comportamiento en la sociedad sustentada en  valores y formación educativa”, explicó el coordinador del OVV Lara.