Prensa OVV Lara

La violencia impera en el estado Portuguesa. En lo que va de 2020, los reportes de prensa de los medios locales informan sobre presuntos enfrentamientos con la autoridad, que se traducen en acciones extrajudiciales llevadas a cabo por funcionarios de la Dirección de Investigación y Estrategias Preventivas (DIEP) de la policía del estado, del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), que en conjunto o separadamente, incrementan la letalidad de la acción policial en la entidad.

El argumento para estas acciones está respaldado en una política de mano dura que no ha excluido a los estados llaneros de Venezuela, explica el sociólogo Carlos Meléndez Pereira, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Lara (OVV Lara).

El estado Portuguesa culminó el 2019 con una tasa de muertes violentas de 42 por cada 100.000 habitantes, 28 puntos menos que en el 2018, cuando su tasa fue de 70. El dato preocupante es que las muertes por resistencia a la autoridad superaron a las de homicidio, llegando a representar el 40% del total de las muertes violentas.

Durante los meses de confinamiento, la presencia de los distintos cuerpos policiales en acciones letales ha crecido. El OVV Lara, en sus diferentes investigaciones, ha determinado que este crecimiento ha aumentado durante el 2020. Según Meléndez, las entidades que mantienen una relación funcional con Lara (Portuguesa y Yaracuy) han visto crecer la presencia de organismos policiales como las FAES, quienes, en la medida que ven aumentar su autonomía, comienzan a ampliar su radio de acción en estados fronterizos con Lara, donde se instalaron hace dos años.

Aumenta la violencia intrafamiliar y de género en Portuguesa

En cuanto a los homicidios que se registran en el estado Portuguesa, los medios de comunicación reseñan que muchos ocurren durante las celebraciones familiares y entre amigos. Una fiesta concluye con una riña; las personas utilizan armas blancas y de fuego para terminar con sus diferencias.

Otra realidad que denota la presencia de hechos violentos durante los meses de confinamiento, la vemos en la ocurrencia de infanticidios, como los reportados por funcionarios adscritos a la Estación Policial Carlos Manuel Piar, de Acarigua. También  hay varios reportes de violencia de género en la DIEP de la policía del estado. Se trata de intentos de homicidio en perjuicio de su pareja sentimental que llevan a cabo hombres, en su mayoría con armas blancas.

Las expresiones de la ruralización de la violencia

En los meses de confinamiento por el Coronavirus, se ha hecho recurrente el abigeato en las modalidades de robo y hurto, uno de los delitos que cobra fuerza en las zonas rurales de los estados Portuguesa, Barinas y Apure. Los reportes de los organismos policiales mencionan que entre los meses de abril y junio fue recurrente esta práctica.

En horas de la mañana, los delincuentes ingresan a los fundos y fincas para robar el ganado. Dentro de los predios someten a los trabajadores y proceden a trasladar los animales a otros linderos. Para desarrollar toda la operación cuentan con equipos de última tecnología y armas, según los registros de los medios locales. “Esta forma de violencia en estas entidades, denota las propias transformaciones del delito en un contexto de emergencia”, aseguró Meléndez Pereira.