Prensa OVV Zulia

Durante el período analizado, se ha tenido conocimiento de 108 casos de delitos contra la población infantil y adolescente, lo cual en cifras relativas corresponde al 39,4% del total, donde el 48,2% fue contra niñas y niños entre 0 y 11 años, mientras que 51,8% afectó adolescentes entre 12 y 17.

La continuidad de la violencia contra niñas, niños y adolescentes (NNA) en un país como Venezuela es innegable, así lo demuestran las noticias diarias publicadas por diferentes medios de comunicación y redes sociales. Aunado a esto, tampoco se conocen políticas públicas destinadas a atender o frenar esta problemática, que cada año se arraiga y extiende en estados como el Zulia.

Para Jorge Govea Cabrera, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia, en el estado Zulia (OVV Zulia), la violencia interpersonal se ha anclado desde hace muchos años en todos los escenarios de la vida del venezolano. De allí, que las Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) estén inmersos también en este clima social adverso, que los convierte igualmente en víctimas.

Durante el primer cuatrimestre de 2023 se han conocido 274 casos de violencia en el país, donde el 69,3% correspondió al sexo femenino y 30,7% al sexo masculino. Mientras que en el mismo período bajo análisis, pero a escala regional del Zulia, se ha tenido conocimiento de 108 casos de delitos contra la población infantil y adolescente, lo cual en cifras relativas corresponde al 39,4% del total, donde el 48,2% fue contra niñas y niños (0-11 años) y 51,8% contra adolescentes (12-17 años).

De modo que la entidad zuliana, en este específico asunto de la violencia contra NNA, se ubicó en primer lugar entre las 24 entidades federales que conforman político-territorialmente a Venezuela. Le sigue en segundo lugar el estado Falcón con 27 casos que representa un 9,9%, mientras que el estado Táchira se ubicó de tercero cerrando con 22 casos que implica un 8%. Ahora bien, se puede observar claramente que entre el primero y el segundo estado de este ranking, la diferencia es apreciable, ya que en el Zulia se registraron 81 casos más, lo que evidencia aún más la gravedad del asunto.

En cuanto a los dos grupos etarios de menores de edad, en el caso del Zulia, las principales víctimas fueron las niñas y los niños, seguidos de los adolescentes.

Los tipos de delitos de los cuales fueron víctimas primordialmente los NNA, en el Zulia, en el primer cuatrimestre de 2023, fueron la violación sexual, otras agresiones sexuales y la agresión (incluye lesiones graves o leves). Puede subrayarse que la mayoría de los casos conciernen al rubro de la violencia sexual que alcanzó un nada despreciable 66,7%, mientras que las agresiones no sexuales representaron el 22,2%, que sumados estos tres renglones arroja un impresionante 88,9%.

El estado Zulia también estuvo inscrito en la misma tendencia nacional, ya que al revisar las cifras y porcentajes de todo el país con respecto a la violación sexual, ocupó el primer lugar, con 35%, seguido de la agresión con 24,8% y el delito correspondiente a otras agresiones sexuales alcanzó el tercer puesto con 19,7%.

Las formas que se utilizaron para someter a las víctimas, fue la fuerza física (63,5%); así como los objetos cortantes o punzantes (5,8%), y en menor medida se usaron armas de fuego (1,9%). Lo relevante en este caso, es que los protagonistas de esta violencia fueron fundamentalmente los familiares o conocidos (97,1%), mientras que 2,9% correspondió a la delincuencia común. El padre/padrastro o pareja/expareja fueron los principales victimarios que actuaron contra sus propios familiares.

Estos datos implican que el mayor porcentaje de victimarios corresponde a personas que conocían a las víctimas, pues se encontraban vinculadas a ellas por un nexo de consanguinidad o bien de familiaridad o de vecindad. Nacionalmente el panorama fue similar, un 79,6% correspondió a esta misma categoría.

La violencia contra NNA, en el Zulia, se presentó con más fuerza en la noche, todos los días de la semana, mientras que en el país estos delitos se desarrollaron los días de la semana, en el día (40,9%).

Violencia de género: principal motivación de la violencia contra NNA

El motivo que impulsó el cometimiento del delito contra la población infantil y adolescente estuvo basado en el género. Esto explica las razones por las cuales la población más afectada en el Zulia, en este primer cuatrimestre de 2023, fue la femenina. De igual forma, nacionalmente esa fue la principal motivación. De hecho, alcanzó el porcentaje de 54,8%.

De acuerdo al representante del OVV Zulia, Jorge Govea, resulta importante señalar que la mayoría de las víctimas fueron mujeres ente 9 y 14 años, quienes principalmente sufrieron delitos de índole sexual, fueron sometidas a través de la fuerza física, como arma fundamental. El victimario principalmente correspondió al sexo masculino; especialmente los familiares y conocidos fueron los sujetos activos principales de estas agresiones. Los delitos se cometieron en la vivienda de la víctima/victimario, todos los días de la semana, con tendencia en las horas de la noche. La motivación principal de esta violencia, especialmente, la de tipo sexual, se basó en consideraciones de género.

Señaló Govea que aunque son diferentes las razones que explican los distintos actos de violencia que se comenten contra NNA, resalta la existencia de una cultura machista, en la cual la ideología patriarcal transmite e impone un conjunto de conductas, prácticas, normas y creencias sociales que se arraigan en los individuos, las familias y la sociedad que terminan normalizando el uso de la fuerza física, verbal y psicológica que ejercen los hombres contra el sexo femenino.

“Dentro de este orden de ideas, es posible comprender cómo se han enraizado tradicionalmente en buena parte de la sociedad venezolana los prejuicios machistas. Asombrosamente hay familias que justifican el realizar estos actos de violencia contra sus propias hijas, hijastras, sobrinas, nietas, entre otras. Incluso, las propias víctimas en ocasiones terminan tolerando estos abusos”, explicó Govea.

Otras de las causas recaen en los conflictos familiares que pueden desarrollarse en su seno y las consecuencias las sufren las personas más vulnerables que viven en el hogar, en este caso, los NNA.

Dentro los factores que explican la violencia contra NNA no puede excluirse la Crisis Humanitaria Compleja (CHC), pues atenta contra la calidad de vida de la población infantil y adolescente del país, y por supuesto del estado Zulia. “Así tenemos que por una harina de maíz precocido y un arroz, una niña o adolescente puede ser víctima de violencia sexual, bien porque ella se ve obligada a hacerlo, dado el hambre que padece, o porque sus propios familiares la ‘venden’ o la colocan en condición de producto o de mercancía sexual. Esto bajo la justificación de adquirir recursos para escasamente poder sobrevivir”, acotó el coordinador del OVV Zulia.

También -asegura- hay casos donde los NNA son engañados por hombres, generalmente conocidos o vecinos, quienes aprovechando la miseria económica de las víctimas las someten, principalmente a actos de violencia sexual.

 Casos emblemáticos de violencia contra NNA

Durante el mes de enero de este año, entre los 108 casos que se produjeron en el estado, destacó la noticia de un sexagenario, en el municipio Maracaibo, que a cambio de 100 pesos colombianos le ofreció a una adolescente de 16 años tener relaciones sexuales con él. Ante su negativa, éste empezó a violentarla verbalmente. La adolescente contó a su hermana mayor lo acontecido; el agresor quedó bajo las órdenes de las autoridades correspondientes.

Otro caso emblemático aconteció en el mes de febrero, y fue reseñado por la prensa regional. Ocurrió en el municipio Catatumbo y se trató de un hombre, quien esperaba que su hija se fuera a su centro laboral para violar a su nieta de 12 años.

En el mes de marzo de este mismo año, en el municipio Cabimas, un hombre violó sexualmente a su cuñada, quien es una niña con discapacidad. De igual forma, en el mes de abril fue detenido, por presunta violación sexual contra una niña de seis años, un hombre de 52 años de edad, quien era su abuelastro.

No se vislumbra prevención de violencia contra NNA

Según el coordinador del OVV Zulia, se está frente a una situación que amerita ser atendida de emergencia, pues los índices de violencia contra NNA se han incrementado, sin que se observe la aplicación de alguna medida para frenar esta situación que causa estragos contra este sector de la población. “Tampoco debe ignorarse que este tipo de violencia también recae contra los niños y los adolescentes, aunque en menor proporción. En definitiva, son vidas afectadas y esto es lo fundamental en estos casos, independientemente de que sean mujeres u hombres”, señaló.

Allí -destacó- se muestran abiertamente los nuevos rostros de la violencia contra NNA en Venezuela, soportados por la violencia estructural, cuya responsabilidad recae totalmente sobre el Estado y sus instituciones. En este sentido, las situaciones de violencia, como lesiones graves y leves, daños, muertes, se encuentran vinculadas a la vulneración de los derechos sociales y económicos (alimentación, atención de la salud, acceso a la educación y disfrute de los servicios básicos), entre una variedad de derechos más que le conciernen directamente a las instituciones estatales.

La violencia contra las NNA en Venezuela, según Govea, ha quebrantadotoda normativa legal nacional y la suscrita internacionalmente por el mismo Estado, en cuanto a su protección y seguridad. “En resumidas cuentas, la población infantil y adolescente enfrenta situaciones aberrantes como ser mercantilizados por sus familiares, violados sexualmente por parientes consanguíneos, algunas veces con anuencia de otros familiares y ser asesinados o amenazados de muertes, amén de ser víctimas de por servicios médicos deficientes y por el mal funcionamiento de los servicios públicos, entre otro conjunto de actos de violencia estructural que colocan a los NNA en una situación de vulnerabilidad”.

Finalmente el coordinador del OVV Zulia, considera que es urgente y prioritario frenar y prevenir la violencia contra los NNA. “Es tiempo de admitir este problema, pero especialmente es momento de asumir acciones inequívocas que incorporen soluciones que no sean parceladas, sino integrales. No basta con imponer la Ley y castigar a los implicados; es tiempo de prevenir la continuidad de la violencia contra NNA. Es hora de visibilizarlos y de superar la denuncia; es perentoria la atención de un sector de la población que se encuentra vulnerable y expuesto a todo tipo de agresiones por parte de sus familiares, vecinos y sobre todo del Estado; ente al que le corresponde la responsabilidad de protegerlos. Este es un compromiso y tarea que no aguanta más postergación”.