Sumarium
Aída Moubayed

12 marzo, 2016

(Redacción Sumarium).- El informe del Observatorio Venezolano de Prisiones de 2015, señala que en las cárceles venezolanas se han registrado diferentes hechos de violencia que ponen en peligro la vida y la integridad física no solo de las personas privadas de libertad, sino también de sus familiares y del personal de custodia.

Durante los últimos años, se han presentado cada vez con más frecuencia motines, fugas, protestas, enfrentamientos, entre otros sucesos violentos, que dejan como consecuencia daños irreparables a la vida de las personas y colocan a Venezuela como el país con las cárceles más violentas de la región. Estos actos de violencia se ven facilitados por el tráfico de armas de fuego, armas blancas y armas de guerra dentro de los penales.

Entre 1999 y el primer semestre de 2015, han sido asesinados 6.581 internos y han resultado heridos 16.417, en diferentes centros penitenciarios de Venezuela. El promedio de edad de los muertos y heridos es de 28 años.

“Comididades” dentro de las cárceles

“Lo que ha sucedido en las cárceles venezolanas comenzó con algo llamado ‘la pernocta’. ¿Qué hicieron en políticas públicas penitenciarias? El Gobierno empezó dejando que el prisionero tuviera visitas de familiares y amigos, que se quedaran viernes, sábado y domingo; dejó que tuvieran música, licor y fiestas con la sola condición de que no podía haber muertos, lesionados, ni reyertas. Si esto ocurría, el Gobierno le quitaba la pernocta. Eso fue pernicioso, porque convirtieron las cárceles en discotecas, burdeles y bares”, explicó a Sumarium el abogado criminalista, Fermín Mármol García.

El también profesor de la Universidad Santa María (USM) manifestó que el Gobierno ha sido incapaz de construir más y mejores recintos: “Lo que hicieron fue ceder parte del control carcelario. Ya que cediste eso, tuviste que permitir que los pranes metieran obreros para construir piscinas, jacuzzis, discotecas, restaurantes… eso se permitió por la puerta principal… Le permitimos a los reclusos que mejoraran las cárceles pero para que las convirtieran en pequeños spa populares”.

¿Qué es lo que se encuentra actualmente en los recintos? “Mesones de teléfonos móviles para que la gente se comunicara, mesas llenas de droga para que los prisioneros compraran al detal… Cada cárcel tiene un gran pran que controla el recinto, muy parecido a lo que hubo en la década de los 90’ en Colombia con los caciques, solo que el expresidente Álvaro Uribe estranguló, a través de una acertada política pública, ese tema”, expresó Mármol.

El criminólogo recordó que luego de que se le dieron tantas comodidades a los presos, éstos, desde las cárceles, comenzaron a realizar “fiestas pagas” en las barriadas, ordenaron secuestros, extorsiones y sicariatos, “como por ejemplo, en Bolívar, donde un pran ordenó la muerte de la juez rectora penal (Mariela) Casado, y que lamentablemente el día que la iban a asesinar, le prestó el carro a la hermana y la terminaron matando a ella… Todo el país supo de eso, pero ¿qué hicieron con ese pran? Lo cambiaron de cárcel durante un año, y después lo regresaron a Bolívar”.

Cárceles pacificadas no están desarmadas

El pasado mes de enero fue acribillado el pran Teófilo Cazorla Rodríguez, alias “El Conejo”. Para su “despedida”, privados de libertad de la cárcel de San Antonio, en Nueva Esparta, exhibieron armas de todo tipo, y dispararon al aire como un acto final en nombre del antisocial.

Tras la conmoción nacional que causaron los videos de los presos en posesión de tantas armas, la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, decidió, desde el canal del Estado, ofrecer unas declaraciones para “aclarar” la situación: “El hecho de que una cárcel esté pacificada no quiere decir que ya se haya conseguido el desarme”, fue la mejor explicación de la ministra.

“Yo le diría a la ministra que proponga una encuesta de victimización nacional… que una muestra grande de los venezolanos evalúen si el sistema penitenciario logra resaltar realmente a los reclusos o son universidades del crimen… Pero hay otro reto, (que Varela) permita que la Comisión de Cultos y Régimen Penitenciario de la Asamblea Nacional visite todos los recintos, porque si usted (Varela) logró que todo estuviera ‘mejor’ que antes… que se pruebe”, espetó Mármol.

Construcción de cárceles

El Gobierno chavista prometió poner en práctica el Plan Nacional de Humanización Carcelaria, en donde se ofreció que se construirían 25 nuevas cárceles: “25 obras que debieron haberse hecho en el período 2006-2011… y de esas 25 ¿cuántas se hicieron? La de Coro, la de Yare III, el Centro Femenino de Nueva Esparta y una cárcel en Barcelona. De 25 ¿solo puedes mostrar cuatro? Eso no está bien”, recalcó el abogado.

Mármol subrayó que la propia ministra Iris Varela propuso construir, en dos años, 24 cárceles: “Eso lo dijo en junio de 2012 en una rueda de prensa… Solo ha hecho dos, la Comunidad Penitenciaria de Lara y una en Guárico… Podemos demostrar que la gestión penitenciaria en 17 años ha sido muy pero muy mala… En definitiva, la seguridad ciudadana nunca ha sido prioridad”.

Errores de la creación de la PNB

El cierre de la Policía Metropolitana (PM) dio paso a la creación de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), pero, como casi todo lo que ha hecho la llamada “Revolución Bolivariana”, tuvo errores fundamentales que hizo que no funcionara como se esperaba: “Se tardaron 10 años para fundar la PNB; cuando por fin nace, se atropellaron los procesos de reclutamiento y selección, sacrificando calidad por cantidad; y se apostó todo a la PNB asfixiando a las policías municipales y estadales”.